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He titulado nuestro estudio para esta noche: ¿Qué hace que los cristianos estén más agradecidos? ¿Qué hace que los cristianos estén más agradecidos? Si usted recordará de nuestro último estudio de este capítulo particular, el Apóstol Pablo está orando por los Colosenses, algo que es más bien común para la introducción de sus cartas, mencionar que él está orando por un cierto grupo de personas, y no es diferente en el caso de los Colosenses. Si usted ve el versículo 9, dice: “Por lo cual también nosotros desde el día que lo oímos no cesamos de orar por vosotros.” Esa es una respuesta muy común en el corazón del Apóstol Pablo para la necesidad y la vida de la gente a quien le escribió, él está orando por ellos. Allá atrás en el capítulo 6 de hecho los apóstoles dijeron: “Pero nosotros persistiremos en oración y en el ministerio de la palabra.” Esta fue la verdad en la vida de Pablo, el ministerio de la palabra fue parte de su ministerio y el otro fue la oración. Y aquí el expresa el hecho de que él ha estado orando por ellos.

Ahora, su oración, como vimos la última vez, tiene dos partes; la primera parte es petición y la segunda parte es alabanza; la primera parte es pedir algo y la segunda parte es agradecerle a Dios por algo. En los versículos 9 al 11 está la petición; y en los versículos 12 al 14 la alabanza. Ahora, ya hemos estudiado los versículos 9 al 11, entonces esta noche veremos los versículos 12 al 14, en donde está la alabanza o la gratitud que Pablo da por lo que Dios ya ha hecho; él ya ha pedido algunas cosas para que se hagan y ahora agradece a Dios por lo que Él ya hecho. Y creo que en un sentido muy real esto puede presentar para nosotros un modelo patrón para nuestra propia vida de oración, que debemos estar ocupados, creo yo, con dos categorías amplias en nuestras oraciones; y eso es petición y alabanza; no debe ser todo petición, debe ser todo petición y alabanza; no debe ser todo alabanzas sino que debe ser petición. Como vimos en esta mañana, no tenéis porque –  qué – porque no pedís. Y entonces necesita haber ambos lados en nuestra vida de oración, y asegurarnos de que hay un equilibrio.

Simplemente para ilustrarle eso y mostrarles que de hecho ese fue el patrón del Apóstol Pablo. Usted está ahí en Colosenses capítulo 1. Si usted regresa el capítulo 4 de Filipenses, el cual estaría en la página anterior, usted ve el versículo 6: “Por nada estéis afanosos si no sean conocidas todas vuestras peticiones delante de Dios con acción de gracias.” Usted ahí tiene una definición de oración. Oración es suplico, petición con gratitud; es pedir y agradecer; y está ahí ese equilibrio hermoso.

En 1 Timoteo capítulo 2, versículo 1: “Exhorto ante todo – Pablo dice – que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres.” Esos términos combinan petición y alabanza; pedir y agradecer. Y realmente en esos se convierten los ingredientes de cualquier patrón bíblico para valoración.

Ahora, ya explicamos la petición; usted puede regresar a Colosenses 1. Ya explicamos esa visión fantástica que él hizo en los versículos 9 al 11, y le quiero decir que es tan emocionante simplemente pensar en esas cosas, sé que su corazón fue enriquecido conforme las compartimos.

Y ahora vamos a pasar a la gratitud que él da en el versículo 12. Observe el versículo 12 y observe cómo comienza: “Con un gozo dando gracias al Padre.” Ahora, esa es una idea muy básica. Y me pregunto a veces, y quiero pasar un poco de tiempo hablando de la gratitud, me pregunto algunas veces si realmente entendemos cómo la gratitud debe encajar en nuestras vidas; todo miércoles cuando vengo aquí y veo la página de peticiones veo una línea larga de cosas que se piden y una parte pequeña de cosas a la que se responden o gratitud por lo que se presenta y me pregunto si entendemos el equilibrio, me pregunto si no es muy fácil olvidar agradecer cuando estamos acostumbrados a tener lo que tenemos, y eso es lo que Dios acostumbra hacer, como usted sabe, satisfacer necesidades. Es tan simple como las palabras de Asaf quien escribió el Salmo 50, versículo 14: “Ofreced gratitud a Dios.” Digo, es tan simple; se nos manda ser agradecidos. En el Salmo 69, versículo 30 dice: “Alabaré el nombre de Dios – y me gusta esto – con canción. Y lo magnificaré con gratitud. Esto también agradará al Señor. Mejor que un buey que tiene pezuñas y cuernos.”

¿Sabe usted lo que Dios prefiere su por encima de un animal sacrificial? Alabanza verdadera, gratitud verdadera que sale de un corazón que está lleno de gratitud y se ofrece tanto en palabra como en canción. En el Salmo 107, versículo 21 – creo que es – dice, bueno, vea el versículo 21 y 22: “Oh, que los hombres alaben al Señor por Su bondad y por Sus obras maravillosas para con los hijos de los hombres. Y que sacrifiquen los sacrificios de gratitud.” Dios quiere de nosotros gratitud. Salmo 92, versículo 1: “Bueno es dar gracias al Señor y cantar alabanzas a Tú nombre oh Altísimo.” Al final de Hebreos es una afirmación interesante que se hace en Hebreos 13:15: “Ofrezcamos el sacrificio de alabanza a Dios continuamente – esto es – el fruto de labios que dan gracias a Su nombre.” Entonces debemos agradecer a Dios; debemos agradecerle cuando hablamos, debemos agradecerle cuando cantamos, debemos agradecerle cuando oramos. La gratitud debe constituir parte de nuestra vida.

Y creo que soy tan culpable como cualquier otra persona en que no le agradezco a Dios tantas veces como debo. Parece algo tan simple apartar un poco de tiempo cada día y simplemente agradecerle, pero lo olvidamos, ¿no es cierto? No olvidamos pedirle, solo olvidamos agradecerles. Y pensé en esto, ¿sabe usted que los ángeles dan gracias a Dios? Es correcto, los ángeles pasan mucho tiempo haciendo eso en Apocalipsis 4:9, si es una indicación: “Y esas criaturas vivientes dan gloria y honra y gratitud a Él, al que está sentado en el trono.” Y después en el capítulo 7 de Apocalipsis, en el versículo 11: “Y todos los ángeles estaban en el trono y los ancianos y los cuatro seres vivientes y demás y dijeron amén, la bendición y la gloria y la sabiduría de la gratitud sean a Dios por los siglos de los siglos.” Más adelante en el Libro de Apocalipsis usted encuentra a los ángeles haciéndolo de nuevo, en el versículo 16 del capítulo 11, y aquí usted tiene a los 24 ancianos aparentemente uniéndose a los ángeles diciendo: “Te damos gracias a ti o Dios todo poderoso.” Los ángeles lo hacen. ¿Quieres saber algo interesante? Cristo lo hizo, Cristo pasó tiempo agradeciéndole a Dios, en Mateo 11, y esto es muy básico, pero simplemente se lo quiero recordar; Mateo 11:25, en ese momento Jesús respondió y dijo: “Te doy gracias oh Padre, Señor del cielo y de la tierra porque Tú escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos y las revelaste a los niños.” En Mateo capitulo 26, y quiero mostrarle con qué frecuencia Jesús hizo esto. Mateo 26:26 dice: “Y conforme comían Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió, se lo dio a los discípulos y dijo ‘tomad, comed, este es Mi cuerpo’ y Él tomó la copa y dio gracias y se las dio.” En Juan capítulo 6. Y estos son únicamente nuestras. Versículo 11: “Y Jesús tomó los panes y cuando había dado gracias – y aquí Él está alimentando a los 5,000 – Él las distribuyó los discípulos, pero no sino hasta que dio gracias.” Ahí en la tumba de Lázaro en Juan 11:41: “Jesús levantó Sus ojos y dijo ‘Padre, te doy gracias porque Tú me has oído.’”

Este es el patrón de la vida de Cristo, agradecerle a Dios. Este es el patrón de los ángeles en el cielo, agradecerle a Dios. Y esto se emana de nosotros, debemos estar agradecidos con Dios. Él es el que provee de todo. En Efesios capítulo 5, versículo 20 dice: “Dando siempre gracias a Dios por todo, al Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Siempre dando gracias por todo. En 1 Timoteo 1:12 Pablo dice: “Doy gracias a Cristo Jesús.” En Romanos Pablo dice en el capítulo 1, versículo 8: “Primero doy gracias a mi Dios. Primero doy gracias a mi Dios.” Estamos en Colosenses, observe Colosenses capítulo 3, versículo 17: “Y todo lo que hagáis sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús dando gracias a Dios Padre mediante Él.” Hay ilustraciones en la Biblia de gratitud, muchas de ellas, debemos dar gracias en privado.

Daniel, un hombre tan fiel, en el 6º capítulo, creo que es en el 10º versículo. Ahora, cuando Daniel supo que se firmó el escrito Él fue a su casa, él sabía que el decreto le prohibía hacer esto pero fue a su casa con sus ventanas abiertas hacia Jerusalén, la costumbre de los judíos. Y se puso de rodillas, tres veces al día lloró y dio gracias delante de su Dios como lo había hecho antes. Debemos darle gracias a Dios en privado como Daniel, en privado; también debemos dar gracias públicamente. En el Salmo 35, simplemente como una ilustración, versículo 18 dice: “Te daré gracias en la gran congregación, te alabaré entre muchas personas.”

Ahora, podríamos seguir y seguir y seguir toda la noche hablando de pasajes de las Escrituras que tratan con la gratitud. Pero es suficiente decir esto, se nos manda hacerlo cuando hablamos, cuando obramos cuando cantamos; los ángeles lo hacen, Cristo lo hizo. Se nos llama hacerlo en privado, en público. Y a manera de contraste yo añadiría esto, los impíos nunca lo hacen. En Romanos 1:21: “Porque habiendo conocido a Dios no le glorificaron como Dios ni le dieron – qué – gracias.” Una cosa acerca de la gente sin Dios es que no le agradecen a Dios. Eso es algo trágico, somos los únicos que pueden darle a Dios el crédito, que pueden darle a Dios la gratitud de que Él le es tan digno.

¿Por qué debemos agradecerle? ¿Alguna vez ha pensado en eso? ¿Por qué le damos gracias a Dios? Bueno, la Biblia nos da tantas ilustraciones; por el alimento por ejemplo, el alimento, y sé que la mayoría de nosotros estamos conscientes de esto, ni siquiera podemos comer sin decir: “Señor, bendice a la comida. Amén.” ¿Sabe una cosa? Pasamos esto de generación a generación. Estábamos comiendo hoy y Melinda dice: “Dios, bendice a mamá y a la comida. Amén.” Hombre, ella tenía hambre, usted sabe, ella solo tiene 2 años y medio y ya tiene el lingo, simplemente acabe y entremos, eso es típico.

1 Timoteo 4 en cierta manera presenta el patrón, dice que habrá falsos maestros en los días postreros que prohibirán casarse y que mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que se recibiesen – con qué – con acción de gracias. El alimento debe ser recibido con gratitud. Toda criatura de Dios es buena y nada es de desecharse si se toma con acción de gracias. La gente siempre se preocupa por lo que va a comer.

Ahora, no quiero enredar mucho en esto porque algunas de ustedes son personas que se preocupan por comer saludable, pero dice que todo lo que Dios creó es bueno y nada es de desecharse si se recibe con gratitud. Si usted en cierta manera le da gracias a Dios por ello, usted lo coloca ahí en la posición para bendecirlo, ¿verdad? Agradézcale a Dios por el alimento, Jesús lo hizo en Juan 6, ¿no es cierto? Antes de que alimentara a los más de 5,000, lo tomó y le dio gracias a Dios y lo distribuyó.

¿Sabe una cosa más por la que debemos agradecerle a Dios? Me gusta esta, debemos agradecerle a Dios, agradecerle por quien es Él. Escuche el Salmo 30, versículo 4: “Cantad a Jehová vosotros Sus santos y agradeced ante la memoria de Su santidad.” Agradézcale a Dios por quien es Él, agradézcale a Dios por Sus atributos, agradézcale a Dios por Su naturaleza, agradézcale a Dios por Su santidad, agradézcale a Dios porque es un Dios Santo. Y podría añadir a eso los otros atributos, son mencionados en muchos lugares en los Salmos. Pero el Salmo 97:12 dice lo mismo esencialmente: “Regocijaos en Jehová vosotros justos y agradeced la memoria de Su santidad.” Ahora, quizás la santidad está en cierta manera como el atributo súper impuesto que cubre a los otros y agradecerle a Dios por quien es Él es lo que estaba en la mente de salmista. Pero en el Salmo 75 él añade otro pensamiento: “Agradezca a Dios por Su cercanía.” Salmo 75:1: “A ti o Dios te damos gracias. A ti te damos gracias porque Tu nombre está cerca. Tus obras maravillosas declaramos. Estamos tan contentos porque está cerca Dios, sabemos que estás cerca porque tenemos operando a nuestro alrededor.” ¿Se da cuenta? No está agradecido porque Dios no está distante.

Ahora, ese es un buen versículo para el deísta que cree que Dios echó a andar el mundo y después se fue y lo dejó. El salmista dice: “Agradézcanle a Dios porque no hizo eso sino que está cerca.” Y es evidente por lo que está haciendo en medio de nosotros en este momento. Y así sigue a lo largo de los Salmos.

Y le voy a decir otra cosa, agradezco a Dios por mi salvación. ¿Usted no? 1 Timoteo 1:12: “Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor quien me tuvo por fiel y me puso en el ministerio – habiendo yo sido antes blasfemia y perseguidor injuriador, más fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Doy gracias a Cristo Jesús – él dice – por lo que Él ha hecho en mi vida.”

Ahora, aquí otra cosa que encontré las Escrituras, y simplemente para darle una idea, una muestra por lo que debemos estar agradecidos. Y es esto, y creo que olvidamos esto, debemos agradecerle a Dios por el progreso en las vidas de otras personas, debemos agradecer a Dios por el crecimiento espiritual de otras personas. ¿Alguna vez realmente se detiene para darle gracias a Dios por lo que Él está haciendo?

¿Sabe una cosa? Es la historia antigua de la rueda que rechina que es la que recibe el aceite y terminamos orando únicamente por la gente problemática. ¿Pero alguna vez se detiene a agradecerle a Dios por lo que Él está haciendo en las vidas de la gente que no nos da ningún problema?

¿Sabe una cosa? En 2 Corintios, capítulo 8 tenemos el relato de los macedonios, y estas queridas personas eran tan pobres que era simplemente trágico. Pero habían oído de los santos en Jerusalén que eran pobres también. Y usted tenía un par de grupos de gente pobre, pero los macedonios a partir de su pobreza dieron abundantemente, en el versículo 2: “En gran prueba de aflicción, la abundancia de su gozo y pobreza profunda.” Abundaron a la riqueza de su liberalidad, Su gozo causó que dieran a partir de su pobreza una ofrenda magnánima a los santos en Jerusalén. Y Pablo dice en respuesta en 2 Corintios 8:16: “Gracias sean dadas a Dios, quien puso el mismo cuidado en el corazón de Tito por vosotros.” Gracias sean dadas a Dios quien está operando en el corazón de Tito para hacerlo amarlos así como ustedes aman a esas personas. Agradezca a Dios por el progreso, agradezca a Dios por lo que Él está haciendo en Su vida.

Y de nuevo de regreso a Romanos 1:8 él dice: “Doy gracias a mi Dios a través de Jesucristo por todos vosotros – por qué – porque se habla de vuestra fe en todo el mundo y doy gracias a Dios por Su testimonio.”

¿Alguna vez le da gracias a Dios por el testimonio de las congregaciones? ¿Alguna vez le ha dado gracias a Dios por el testimonio de iglesias? ¿Alguna vez le ha dado gracias a Dios por el testimonio de hombres y mujeres a quienes yo Dios está usando?

En 2 Tesalonicenses, conforme Pablo escribe su segunda carta a esa iglesia tan maravilloso él dice: “Debemos – versículo 3, capítulo 1 – debemos darle gracias a Dios siempre por vosotros hermanos – por qué – porque vuestra fe crece excesivamente y el amor de cada uno de vosotros hacia otros está abundando.” Estamos agradeciendo a Dios por Su progreso. En 1 Tesalonicenses, creo que el capítulo 2, versículo 13: “Por esta causa damos gracias a Dios sin cesar porque cuando recibiste la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibiste no como la palabra de hombre sino como es en verdad la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los que creen.” Agradezca a Dios.

Bueno, debemos agradecerle a Dios por el alimento y a Dios por los atributos de Dios y por la cercanía de Dios y la salvación y el progreso espiritual en otros, y podría seguir, eso tan solo es una muestra. Debemos agradecerle a Dios, si quiere conocer la verdad, debemos agradecerle a Dios, ¿por qué? Por todo, todo, todo está incluido.

Pablo le dice a los Efesios: “No dejo de dar gracias por ustedes.” Simplemente doy gracias a Dios por ustedes en total. Eso es importante. En 2 Corintios capítulo 9, versículo 11, sé que probablemente ya le salieron a usted ampollas si ha tratado de seguirme lo largo de las páginas, pero aguante ahí. En 2 Corintios 9:11: “Siendo enriquecidos en todo para toda Deliberalidad, lo cual causa través de nosotros gratitud a Dios.” Simplemente esa bendición general de Dios debería producir una respuesta de gratitud. Y claro, usted sabe lo que 1 Tesalonicenses 5:18 dice: “Dad – qué – gracias en todo porque esta es la voluntad de Dios.” Esa es otra de esas cosas simples que la gente hace difícil. Oh, me pregunto cuál es la voluntad de Dios, estoy buscando la voluntad de Dios. ¿Sabe cuál es la voluntad de Dios? Dígale gracias a Él, esa es la voluntad de Dios, ahí está, eso es parte de ella, no es tan misteriosa.

El capítulo 5 de Efesios esencialmente lo mismo. En 1 Timoteo capítulo 2, esencialmente lo mismo. Simplemente continúa repitiéndose en las Escrituras. Debemos estar agradecidos, pero avancemos al punto de las palabras de Pablo en Colosenses, el punto primordial de la gratitud. ¿Cuál es el objetivo primordial de la gratitud? ¿Cuál es como dijo el principio, aquello por lo que los cristianos están más agradecidos? ¿Cuál es ese asunto primordial por el que traemos gracias a Dios? ¿Sabe cuál es? Es la obra de Cristo, ¿verdad? Es la obra de Cristo. Eso es aquello por lo que estamos más agradecidos.

De nuevo en 2 Corintios 9:15 dice esto: “Más gracias sean dadas a Dios por Su – qué – don inefable.” Gracias por Su don inefable, por lo que más estamos agradecidos es por Jesucristo y Su obra perfecta. En Romanos 6:17, escuche, Pablo dice: “Más gracias sean dadas a Dios – ¿por qué? ¿Por qué el estas agradeciendo Pablo? – porque aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados. Y habiendo sido liberados del pecado os volvisteis siervos de la justicia.” Agradezca a Dios por esa transformación. Y lo mismo viene Romanos 7:24: “Oh miserable de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” ¿Qué dice eso? Doy gracias a Dios por Jesucristo Nuestro Señor, Él es el que nos libera. Agradezca Dios.

En 1 Corintios capítulo 15, versículo 57: “Más gracias sean dadas a Dios quien nos da – qué – la victoria a través de Nuestro Señor Jesucristo.” El asunto primordial. 2 Corintios 2:14: “Más gracias sean dadas a Dios que siempre hace que triunfamos en Cristo.”

Ahora, amados, eso realmente es la clave. Si usted ha estado estudiando 1 Corintios con nosotros usted recordará la 1 Corintios 1:4 Pablo dice: “Doy gracias a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada por Cristo Jesús.” Gracias Dios por la salvación.

Ahora, la razón por la que pasé tanto tiempo explicando esto es porque cierta manera quiero reafirmarlo un poco, es importante estar agradecidos, y sobre todo por la salvación, eso es lo primordial.

Ahora, en Colosenses 1, observe lo conmigo, Pablo expresa gratitud por la salvación. Si ve aquí, es agradecerle a Dios por la salvación que ha sido provista en Cristo. Leamos 12 al 14, obsérvelo, “Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz, el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas y trasladado al reino de Su amado Hijo en quien tenemos redención por Su sangre, el perdón de pecados.” Gracias al Padre. Y después resume la doctrina de la salvación en tres grandes afirmaciones. Es como si Pablo dice: “Padre, te he pedido por estos cristianos y ahora quiero agradecerte por tres grandes verdades con respecto a la salvación, tres grandes realidades.”

¿Sabe usted cuáles son? Le voy dar tres palabras y eso está en nuestro bosquejo: Herencia, liberación y transferencia. “Quiero agradecerte por tres cosas: Herencia, que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz. Liberación, el cual nos libró de la potestad de las tinieblas. Transferencia, y nos trasladado al reino de Su amado Hijo en quien tenemos redención, el perdón de pecados.”

Ahora, estas tres cosas constituyen la gratitud de Pablo; veamos la primera. Herencia, dando gracias al Padre, y ahí al usar el término Padre él está enfatizando el aspecto de relación personal de nuestra unión con Dios, el cual nos hizo aptos para participar del herencia de los santos en luz. Pablo dice que la salvación es la concesión de una herencia. Ahora, hablamos de esto esta mañana un poco, ¿no es cierto? El legado de Cristo a los suyos. Ahora, Pablo lo está abordando desde un punto un poco diferente y él está diciendo: “Dios, gracias por traernos la herencia que pertenece los santos.” Me da gusto que use el término Padre porque esto realmente enfatiza la relación apropiadamente; Dios en un punto en la vida de un hombre es juez, el ve a un pecador culpable, condenado por las propias leyes de santidad de Dios, pero por la gracia de Dios y el acto de Cristo y por nuestra fe en Cristo Él deja de ser un juez y se convierte en un Padre.

Y observe lo que dice: “El cual nos ha hecho aptos.” Esa es una frase crucial y quiero que la vea por un minuto. Literalmente en el griego, quien nos ha calificado, ese verbo en particular es usado únicamente en otro lugar en las Escrituras; y simplemente significa calificar a alguien, darle el derecho, darle el título, dar la posición que se ve el privilegio, ser apto. No está hablando de nuestra práctica, él está hablando de nuestra posición. Él nos ha considerado calificados para entrar a la herencia. Y yo le pregunto, ¿en base a qué estoy calificado? ¿En base a mi obra? ¿En base a la obra de quién? La obra determinada de Cristo.

Ahora, créame, ante Dios en Su gracia soberana nos calificó, realmente estábamos descalificados, ¿no es cierto? Ahora, créame, antes de que Dios en Su gracia soberana nos calificara, nos hiciera aptos, estábamos descalificados realmente, ¿verdad?

Observe por un minuto Efesios capítulo 2 y permítame tan solo mostrarle cuán descalificados estábamos, Efesios 2:1: “Y Él os dio vida a vosotros cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivíamos antes, en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Ahora, eso es estar descalificados, usted está muerto, usted está muerto en delitos y pecados caminando según la corriente de este mundo. Usted está bajo el poder del príncipe de la potestad del aire, el espíritu que operaba en usted como hijo de desobediencia, Su estilo de vida en el pasado estaba dominado por los deseos de la carne y los deseos de la mente. Eso lo resume todo y usted no es nada más que un objetivo de ira.

Ahora, eso es estar descalificado. Dios lo ve y dice: “No hay manera en la que ese hombre entre a mi cielo.” Él no está calificado. “No hay manera en la que habrá una herencia concedida a él.” Él no está calificado. Observe el capítulo 2 de Efesios versículo 11: “Acordaos que vosotros en tiempo pasado, gentiles, paganos, en la carne, que eran llamados sin circuncisión por aquello que es llamada la circuncisión por la carne hecha por manos, un poco de sarcasmo aquí. Él simplemente está diciendo: “Ustedes los gentiles, los judíos tienen la circuncisión estrictamente en términos físicos, llamados en circuncisión simplemente para recordarles quiénes son fuera de los privilegios. En ese entonces estaban – observe esto – sin Cristo, ajenos a la ciudadanía de Israel, ajenos de los pactos de la promesa sin esperanza y sin Dios en el mundo. Ahora, eso es no estar calificado, sin Cristo, véalo, sin Cristo, sin Cristo, siendo extranjeros de la ciudadanía de Israel, sin pactos, ajenos de los pactos de la promesa, sin esperanza, sin tener esperanza e impíos, sin Dios en el mundo. Eso es estar descalificado.

En Efesios 4 vea el versículo 17: “Esto os digo y testifico en el Señor, que ya no andéis como los gentiles andan.” En el griego, “No anden como los gentiles andan – escuche – en la vanidad de su mente  – eso es estar centrado en uno mismo – teniendo el entendimiento en tren endurecido – eso es ignorancia – ajenos de la vida de Dios – eso es muerte – a través de la ignorancia que hay en ellos debido a la ceguera de sus corazones, quienes son insensibles habiéndose entregado a la lascivia – eso es falta de vergüenza – para llevar a cabo toda inmundicia con codicia.” La idea simplemente ahí es que es una obscenidad que no les apena, esa última frase; sin Cristo, sin ciudadanía, sin pacto, sin esperanza, sin Dios, centrados en sí mismos, ignorantes, muertos, sin vergüenza, teniendo una mente obscena, sin vergüenza, una persona así, amigo mío, está descalificada.

¿Y quiere oír algo interesante? Esa persona es usted y esa persona soy yo, pero a pesar de eso Dios en Su gracia escogió calificarnos para una herencia. Y recuérdelo, vea el versículo 12 de Colosenses 1: “Gracias a Dios el cual nos hizo aptos.” ¿Alguna vez hizo usted algo para calificar? No, ese es un acto de gracia. Dice usted: “John, me da tanto gusto que estoy calificado. ¿Para qué estoy calificado? Me gustaría saber.” Muy bien. Versículo 2: “Nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos.”

Ahora, eso es emocionante, participar significa – y esto es una palabra muy importante porque añade una dimensión aquí que usted necesita entender – participar significa recibir por parte, y significa recibir personal, individualmente; en otras palabras, si una herencia queda y hay 10 personas que van heredarla, cada uno recibe su parte y su propia porción, no es que ustedes siete se quedan con esto y dos esto. No, no, no. Cada individual tiene su porción individual y ese es el término. Hemos sido calificados para recibir una herencia personal, algo que nos pertenece como individuos. Eso es emocionante.

Ahora, ¿qué es esta herencia? Bueno, en el Antiguo Testamento, este es un término del Antiguo Testamento, porque realmente sale de la promesa de Dios a Su pueblo santo Israel cuando Él proveyó una herencia terrenal en la tierra de Canaán, una tierra que de hecho podían tocar, una herencia tangible. Pero la herencia de la que Pablo está hablando aquí rebotando de esa idea del Antiguo Testamento es una herencia de un nivel más elevado, es una herencia que dura más, es de otro tipo, de hecho Pedro la llama así: “Es una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible.” Esta no es una herencia terrenal. Esto no es una herencia pasajera. Esto es algo que nunca dejará de existir.

Ahora, usted y yo amados, hemos y sido hechos aptos para participar, ese es un tiempo presente incidentalmente. Dice usted: “¿Cuándo recibo mi herencia?” Usted ya la tiene. Y dice usted: “¿Sí?” Es correcto. Dice usted: “Bueno, no la he usado mucho.” Bueno, ese es su problema, pero usted la tiene.

¿Sabe una cosa? Cuando pensamos en una herencia solo pensamos en un concepto futuro. Lo decíamos como alguien es un heredero y decimos somos herederos con Cristo, o coheredero si pensamos. ¿No es eso fabuloso? Algún día vamos a recibir algo. No, ya lo tiene. Pensamos en ello en el sentido del futuro, pero en el Nuevo Testamento la herencia del creyente es presente actual, disfrutada aquí en este momento. En Romanos 8, versículo 16: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.” Y si hijos, entonces herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo. En este momento estamos disfrutando de la herencia.

Ahora, veamos más el versículo 12 y vamos a explicarlo, simplemente le estoy dando la terminología. Participantes de la herencia de los santos en luz. Las únicas personas que disfrutan de la herencia, ¿son quienes? Los santos. ¿Quiénes son los santos? La gente – qué – que anda en la luz. Eso simplemente para aclarar todo. Dios ha hecho aptos a ciertas personas para que participen de la herencia. La gente siempre son los santos y los santos siempre son los que andan en la luz.

¿Qué significa andar en la luz? Bueno, la luz representa dos cosas creo yo, bíblicamente; una es intelectual y la otra es moral. Intelectualmente la luz representa la verdad, moralmente la luz representa la pureza. Y los santos se caracterizan por un conocimiento de la verdad y una conducta moral, una conducta pura. Y son las personas que andan en la verdad y andan en pureza las que son los santos y quienes son los que están recibiendo la herencia. En Hechos 26, versículo 18, esto es lo que Pablo dijo, él fue comisionado por Dios para predicarle a los gentiles para abrir sus ojos, “Para convertirlos de las tinieblas a la luz – escuche – y de la potestad de Satanás a Dios para que reciban perdón de pecados y herencia entre los santificados por la fe que es en mí.”

Ahora, cuando usted ve Colosenses 1, 12 al 14, usted tiene que saber que Pablo estaba pensando de esa misma afirmación que el Señor le dio cuando escribió esto, porque es casi lo mismo; abrir sus ojos, darles luz, convertirlos de Satanás a Dios, darles perdón y una herencia por la fe que es en mí. Ahí está la clave. Cuando un hombre o una mujer cree en Cristo, entonces él recibe la herencia y se convierte en un santo, ¿qué es un santo? Eso es alguien que ha sido hecho santo, alguien que ha sido apartado para Dios, alguien que ha sido separado por la fe.

Entonces la herencia le pertenece a los santos, los santos son las personas que conocen la verdad y que la viven, ¿verdad? Esos son los santos y ellos son los que reciben la herencia. Gracias Dios, Pablo dice. ¿Y saben lo que es algo triste de esto? Es que ninguna otra persona recibe la herencia, no, sola la gente que camina en la verdad, solo la gente que camina en la luz, luz intelectual, conocen a Dios y luz moral, se conducen como gente piadosa; no perfectos pero ciertamente debe haber indicación de su vida. Santiago dice: “La fe sin obras – es qué – es muerta.”

En 1 Corintios la comparación trágica sería el capítulo 6 en el versículo 9: “¿Oh, no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios ni los fornicarios ni los idólatras ni los adúlteros ni los afeminados ni los que se echan con varones ni los ladrones ni los avaros ni los borrachos ni los maldiciente se heredarán el reino de Dios?” No heredan, no hay herencia para ese tipo de personas en absoluto.

En Gálatas capítulo 5, versículo 21 él ha enlistado todos estos pecados terribles y él dice: “De lo cual os digo como os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán.” Es la gente en la luz la que recibe la herencia.

Ahora, permítame dar un paso más hacia adelante, y esto es mucha teología, espero que entienda algo de esto. Ahora, ¿qué es la herencia? ¿Alguna vez piensen eso? Eso es lo primero que me vino a la mente. ¿Qué es lo que van a heredar? Bueno, permítame dárselo en términos amplios porque no quiero entrar en puntos específicos, de lo contrario va a tomar mucho tiempo. Pero en términos amplios, número uno: La herencia es vida eterna. Lo primero que heredamos es vida eterna y no es exención de vida sino que es un tipo de vida, no es cantidad de vida sino que es calidad de vida, es un tipo de vida. Es la vida de Dios vivir en mí. Y en Mateo capitulo 19, versículo 29: “Todo aquel que ha dejado casa, su hermano, su hermana, su padre o madre o esposa o hijos o tierras por causa de mi nombre recibirá mucho más y heredará la vida eterna. La gente que deja la sociedad y se identifica conmigo, ellos heredarán vida eterna.”

Lo primero que veo en nuestra herencia es vida eterna, un tipo de existencia. Dice usted: “¿Qué es John?” Es Dios en mí. Es Dios viviendo en mí. Dios moviéndose en mí. Dios respirando en mí. Dios viviendo Su vida en mí. Eso es vida eterna. En caso de que tenga usted un problema con esa definición 1 Juan 5:20 lo presenta de manera muy clara, “Su Hijo Jesucristo – escuche – este es el Dios verdadero y la vida eterna. La vida eterna es Cristo en mí.” Es una calidad de existencia, es la vida de Dios en mí, es la vida divina en mí, Cristo en mí.

Ahora, eso es lo primero que heredé cuando fui hecho digno, cuando fui hecho apto o calificado por el Padre. Inclusive el joven rico vino a Jesús y él conocía la pregunta correcta. ¿Qué debo hacer para heredar – qué – la vida eterna? Esa es la herencia. Hay un pasaje interesante en Lucas 10:25, dice: “Y he aquí, cierto intérprete de la ley se puso de pie – lo mismo – probándole le dijo ‘maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?’’” Y lo que estaba mal con esa pregunta es que usted no puede hacer nada para heredar algo. Ese es un regalo. Ese es un regalo. Dios escoge hacerlo a usted digno, usted recibe el regalo.

Entonces nuestra herencia es vida eterna, Dios viviendo en nosotros, que súper pensamiento. ¿Alguna vez se ha dado cuenta? Simplemente piense en eso, he sido hecho apto, he sido calificado para que Dios pueda vivir en mí. Ahora, él tuvo que trabajar mucho para hacer eso, eso demandó que me calificara mucho. Y alguna vez piense en qué tan estricto fue Dios acerca de quién viviría en Su propio templo. ¿Sabe una cosa? Cuando comenzaron a profanar el templo según la visión de Ezequiel, tan pronto como metieron basura ahí en las paredes de ídolos en el templo y comenzaron a postrarse ahí ante el sol, comenzaron a hacer todo eso. ¿Se acuerda lo que Dios hizo? ¿Qué hizo? Él se fue, Él dijo: “No voy a aceptar esto.” Y tan pronto como esas personas comenzaron a contaminar y profanar Su templo Él se fue e Icabot fue escrito en Israel, la gloria ha partido. Dios no mora en lugares que no están calificados.

Y una de las cosas que usted y yo necesitamos entender es que solo gracia maravillosa amados, es lo único que nos ha hecho estar calificados para ser el templo del Dios Santo, gran pensamiento. Segunda cosa, nuestra herencia, hablando en términos muy amplios, incluye esto que es algo impresionante, la tierra entera, la tierra entera. Observe Mateo 5:5, esto es simplemente emocionante, las bienaventuranza es, “Bienaventurados los mansos porque ellos recibirán la tierra por heredar.” Otra cosa que es nuestra herencia es la tierra entera. Dice usted: “Bueno, John, ¿la tierra entera? ¿Qué quieres decir? Eso ciertamente no es presente, ¿o sí? Pero tiene un aspecto futuro. Alguna vez Jesús va a regresar y vamos a regresar con Él en gloria. Pablo dice en Colosenses 3: “Y algún día cuando Jesús regrese vamos a reinar con Él y Él va a apoderarse de la tierra y va a ser emocionante.” Me gusta pensar en eso.

Él dice: “Y vana a heredar mi reino – en Lucas 22:29-30 – y van a comer y beber en mi mesa en el reino y sentarse en tronos y juzgando a las 12 tribus de Israel y demás, a sus discípulos.” Y más adelante la promesa es extendida a la iglesia entera en Apocalipsis en donde vamos a sentarnos con Él en Su trono y gobernar sobre la tierra. Y entonces tenemos este concepto del futuro, vamos a gobernar la tierra.

¿Pero alguna vez ha pensado en esto en relación al aspecto presente? Hay un sentido en el que ya gobernamos la tierra en este momento, un sentido en el que poseemos la tierra. Dice usted: “¿En qué sentido?” Bueno, en el sentido de que ahora que soy cristiano y sé que algún día de cualquier manera todo va a ser mío no estoy demasiado preocupado por tenerlo ahora. ¿Alguna vez piensen eso? Algunas personas están en una vida consumida por tener todas las cosas materiales que pueden. Yo simplemente soy esperando el reino y todo se me va a dar. ¿Por qué apresurarse? Quita la presión. No tengo que preocuparme demasiado por tratar de obtenerlo todo en este mundo porque algún día de cualquier manera todo va a ser mío y de usted. Y creo que también la realidad del asunto es que heredo la tierra también en un sentido secundario y es este como parte del cuerpo de Cristo y miembro de la iglesia de Jesucristo yo comparto todo en común con usted, ¿no es cierto? ¿No es ese el diseño de Dios? Que tengamos todo en común para el beneficio mutuo el uno del otro.

Eso es lo que Nuestro Señor ciertamente tuvo en mente cuando la primera iglesia comenzó a seguir el ministerio del Espíritu Santo. Y obviamente cuando Jesús dijo esto, Él tenía esto en mente en Marcos 10:30, Él recibirá mucho más en este tiempo, usted sabe, si siguen al Señor y aceptan el Evangelio “recibiréis mucho más en este tiempo; casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras con persecuciones – incluye eso – y en el siglo venidero la vida eterna.” ¿Alguna vez se pone a pensar cuantas casas ha tenido? ¿Cuántos hermanos y hermanas diferentes tiene usted? ¿Cuántas tierras tiene usted? ¿A cuántos lugares puede ir usted y estar en casa porque algún hermano o hermana en Cristo o alguna organización cristiana la provee para usted? Hay un sentido en el que todo es nuestro de cualquier manera en común. Algún día todo va a ser nuestro en el reino. Pero ya estamos comenzando a disfrutar el compartir en común las cosas que Dios ha dado.

Entonces la herencia incluye en un sentido muy, muy amplio vida eterna, la tierra entera y después simplemente permítame añadir una cosa que lo va a resumir: Todas las promesas. Eso es tan monstruoso que Hebreos 6:1-2 dice: “Que no seáis perezosos sino seguidores de aquellos quienes mediante la fe y la paciencia heredan las promesas.” Ahora, piense en esto. El escritor de Hebreos dice: “Ustedes van a heredar las promesas.” ¿Qué promesas? Todas. ¿Todas? Todas. Cuando usted viene Cristo usted inmediatamente hereda la vida eterna, la tierra entera y todas las promesas. Digo, eso es increíble. Dice usted: “¿Qué queda?” Nada, no queda nada, eso es todo. Ahora dice usted: “Pero no estoy demasiado seguro de que tengo todo eso ahora.” Oh sí, todo eso es de usted en un sentido limitado, pero va a ser suyo en un sentido completo en el futuro.

Luego en Apocalipsis 21 la palabra de Juan, él dice: “Vi cielos nuevos.” ¿Recuerda eso? “Y tierra nueva. Y el primer cielo y la primera tierra pasaron y ya no había más mar.” Y continúa, Juan vio la santa ciudad, la nueva Jerusalén descendiendo el cielo como una novia ataviada para su marido. Y después pasa por esa descripción tan tremenda del estado final y todos los santos están ahí. Después dice en el versículo 7: “El que venciere.” ¿Y quién es el que venciere? Aquel que cree que Jesús es el Cristo. 1 Juan. Muy bien. “Los creyentes heredarán todas las cosas y yo seré Su Dios y él será mi hijo.” ¿Va a heredar usted qué cosas? Todas las cosas. Fantástico.

Dice usted: “Sí, eso se oye emocionante. Pero me pregunto cuánto va a durar eso.” Bueno, le voy a decir, Hebreos 9:15, escuché esto, esto es bueno, “Por esta causa Él es el mediador del Nuevo Testamento mediante la muerte para la redención de las transgresiones que estaban bajo el primer testamento para que aquellos que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna.” Así de duradera es, esta herencia es eterna.

Dice usted: “Bueno, se oye bastante emocionante John.” No es sorprendente que Pablo dio gracias. Bueno, es correcto, ¿puedes estar seguro de eso?” Bueno, tiene usted una garantía aquí en la Biblia, ¿no es cierto? Lo dice así. Y Dios firmó Su nombre en esta Biblia. ¿Sabía eso? Dios escribió todo esto y después firmó Su nombre y todo es verdad.

Y dice usted: “Pero soy algo escéptico, me gustaría una garantía.” ¿Cree usted que si yo orara Dios me daría una garantía especial? Esta es una garantía de que tal y tal recibirá todo y lo prometo. ¿Cree que Él podría hacer eso? Oh, ya lo hizo. Oh, lo hizo. Sí, sí. Efesios 1. Él ya hizo eso.

“¿Qué quieres decir?” Bueno, véalo, Efesios 1:13, y como puede ver, el versículo 13 termina así: “El Espíritu Santo – de qué – de la promesa.” Muy bien. Dios prometió una herencia. El versículo 13 termina: “El Espíritu Santo de la promesa quien es ahora – subraye esa palabra – la garantía – de qué – de nuestra herencia.” ¿Cuál es la garantía de nuestra herencia? El Espíritu Santo. La palabra garantía, arabón, palabra interesante, significa enganche, garantía, también significa anillo de compromiso, y me encanta ese significado.

Y alguien dice: “¿Cómo sabes que Dios te va a llevar para estar con Él y cómo sabes que vas a recibir toda esa herencia que te ha prometido?” Y yo simplemente digo: “Porque tengo un anillo de compromiso.” ¿En serio? ¿Quién es? Es el Espíritu Santo. El día que fui reunido Dios colocó Su Espíritu Santo en mí y dijo: “Ahí está mi anillo de compromiso. La boda se va a llevar a cabo. Ahí está mi enganche, ahí está mi garantía.” Entonces Dios amados, ha designado una herencia para nosotros, una herencia incorruptible, incontaminada, inmarcesible, y Él nos ha garantizado esa herencia por el Espíritu Santo que mora en nosotros, que nos selló como el Espíritu de la promesa y esa herencia incluye la vida eterna, incluye la tierra entera y todo lo que hay en ella, incluye todas las promesas de Dios tanto ahora como para siempre. Y la herencia va a durar por los siglos de los siglos.

¿Entiende usted eso? ¿Puede entender eso? Digo, ¿puede usted transportarse de este mundo torpe, mundano y concebir eso? Bueno, debería ser hecho en un momento; voy a ir a casa y voy a irme a hacer un pie. Oh, ¿se da cuenta? Digo, me pregunto si lo entendemos. Digo, la mayoría de nosotros nos enredamos, nos manchamos en el lodo, usted sabe, yo sí, Dios está allá arriba y bla, bla, bla. Y usted sabe y nunca estiramos nuestras mentes para concebir estas cosas. No es sorprendente que Efesios 1:18: “Conozco la frustración de Pablo.” No es sorprendente que el oró esto: “Dios, estoy orando porque los ojos de su entendimiento sean iluminados para que puedan conocer cuál es la esperanza de su llamado y para que puedan conocer cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.”

¿Se da cuenta? Él dice: “Ustedes Efesios, estoy orando porque ustedes simplemente entiendan esto.” Hombre, es frustrante. No. Estos son conceptos increíbles y en cierta manera nos vamos y apagamos y volvemos a encender nuestro pequeño mundo y es increíble, olvidamos en qué estamos involucrados. Entiéndelo por favor.

Pablo dice: “Entiendan.” ¿Entender qué Pablo? “Su herencia.” Observe el versículo 18: “No solo Su herencia sino la gloria de Su herencia. No solo la gloria de Su herencia, las riquezas de la gloria de Su herencia. Estoy orando porque ustedes entienden esto.”

Dice usted: “John, me gustaría entender esta herencia. ¿Cómo?” Bueno, creo que el cómo está en Hechos 20:32. Ahora escuché esto, Pablo le dice a los ancianos Efesios, él quería que entendieran, el mismo grupo al que describió ahí, “Ahora hermanos os encomiendo a Dios.” Él ya está por dejarlos. Y escuche: “Os encomiendo a Dios – Hechos 20:32 – y a la palabra de Su gracia la cual tiene poder para sobre edificarlos – y voy a parafrasear aquí – y asegurarles una herencia.”

¿Sabe usted lo que tiene que ver para tener esa confianza segura de Su herencia? ¿Qué? La palabra de Su gracia. Eso es lo que Él dice. Es la palabra de Su gracia que le da a usted la confianza en Su herencia. ¿Cómo es que usted va a entender Su herencia menos de que se meta a la palabra de Su gracia? Entre más estudio la Biblia, mas entiendo Su herencia, ¿verdad? Que herencia. Colosenses 1 de nuevo, Pablo dice: “Gracias Dios por Tu herencia.

Punto dos. Estos van a ser más cortos. Tomé todo mi tiempo en ese. Punto dos. Te doy gracias Dios por Tu liberación. Versículo 13. Esto es bueno. “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas.” La palabra librado literalmente significa atraer a uno mismo. La idea es que Dios de hecho nos tomó de Satanás hacia sí mismo. Tiempo auristo significa acción puntual, un acontecimiento en el pasado. Lo hizo en un momento y ya.

Dice usted: “¿Cuando fue ese momento John? ¿En el nuevo nacimiento?” ¿Sabe usted que no hay progreso en nuestra liberación? En el momento en el que coloco mi fe en Cristo instantáneamente fue librado. Algo de cristianos es hablar mucho de la liberación, “Oh, quieren tener liberación de esto y liberación –” Esa es una manera mala de expresarlo. Somos liberados, ¿se da cuenta? Ya hemos sido, en serio. Lo que tiene que hacer ustedes reclamar su liberación, simplemente avanzar, ya hemos sido liberados. La palabra podría ser bien traducida y quizás le gustaría a usted escribir esto en su margen, rescatado, el cual nos ha rescatado del poder de las tinieblas. Literalmente la palabra potestad, jurisdicción de las tinieblas; la jurisdicción de las tinieblas o la autoridad de las tinieblas.

En Lucas 22 hay una ilustración excelente de esto, usa el mismo término, Jesús es traicionado por Judas y todos han venido a capturar a Jesús, los capitanes, los principales sacerdotes y demás. Y Jesús dice: “Han venido contra Mí como ladrón con palos y espadas. ¿Qué hacen con todas las armas?” Él le dice a la gente que viene a capturarlo: “Cuando estuve con vosotros diariamente en el templo no me pusieron mano alguna. ¿Por qué están haciendo esto ahora?” Escuche, “Pero esta es vuestro ahora y la jurisdicción de las tinieblas.” Y él uso o exactamente el mismo término que Pablo usó en Colosenses 1. ¿Qué significa ese término? Jesús usó el término en Lucas 22 para referirse a las fuerzas sobrenaturales encabezadas por Satanás en contra de Él. La jurisdicción de las tinieblas es un dominio de Satanás. Y en Lucas 22, y en la captura y muerte de Cristo ese poder oscuro tuvo su momento breve. Pero fue un momento muy breve y terminó en derrota total.

Y no solo el poder de las tinieblas se halló asimismo incapaz de capturar a Jesús, sino que en Su muerte Él rescató de las garras del poder de las nieblas a todos aquellos los que eran suyos. Y una vez rescatados amados, no necesitamos temer ese poder, mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.

Y Pablo el final de Romanos 16 nos dice qué e Satanás está bajo nuestros pies. Una realidad tremenda. En la cruz Satanás fue aplastado y fuimos rescatados del poder de las tinieblas. Agradézcale a Dios por eso. ¿Qué esperanza teníamos? ¿Qué esperanza tenía usted? Estaba usted encerrado en el sistema de Satanás camino al infierno, sin esperanza. Gracias Padre por mi herencia y por mi liberación.

Y hay una tercera cosa. Transferencia. Ese es el lado positivo de la liberación. Versículo 13 a la mitad, “Y trasladado o transferido al reino de Su amado Hijo en quien – y aquí viene el modificador del Hijo – tenemos redención por Su sangre, el perdón de pecados.” Mediante Su sangre, parece haber sido añadido este pasaje, no aparecen los manuscritos más antiguos, aunque es verdad y está registrado en otros lugares en las epístolas. Pero el punto que Él presenta aquí es que usted no solo ha sido sacado de algo sino que ha sido colocado en algo más. ¿Qué es? El reino de Su amado Hijo. La palabra trasladado o transferir significa remover o quitar de manera total. “Hemos sido sacados del poder de las tinieblas y colocados en el reino de Su amado Hijo.” Y literalmente me encanta lo que dice el griego, dice: “Hemos sido – obsérvelo – trasladados al reino del Hijo de Su amor.” Al reino del Hijo de Su amor. El Padre da Su reino al Hijo de Su amor y Él le da Su reino a toda persona que ama a Su Hijo.

Ahora, ¿qué es este reino? ¿Alguna vez piensa en eso? Bueno, algunas personas dicen que se refiere a la tierra futura, ya hay un aspecto de eso, ¿no es cierto? Viene un futuro para este mundo en que Jesús reinará, creemos en el reino literal, el reinado milenario de Jesucristo en la tierra y el trono de David establecido en la ciudad de Jerusalén. Está por venir un reino en la tierra, una tierra restaurada que se extenderá a un nuevo cielo y una nueva tierra por la eternidad. Pero hay más que eso, el reino de Dios, el reino del Hijo de Su amor es más que tan solo el futuro y es más que tan solo el gobierno general de Dios en el universo. Es una realidad muy espiritual en este momento. De hecho en Romanos 14, versículo 17 nos da una definición hermosa de Él, dice: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, no físico, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo.” Sí. Hay un reinado futuro de 1,000 años de Cristo en la tierra. Sí hay una categoría general del gobierno de Dios en el universo soberanamente y eternamente, pero también hay una relación especial que los hombres tienen en esta época con el Dios viviente cuando vienen a Jesucristo.

¿Y qué es un reino? Un reino es un grupo de personas gobernadas por un rey, ¿verdad? Y cuando usted se convirtió en un cristiano, usted coronó a Jesucristo, ¿cómo qué? Como rey. Y usted se convirtió en un súbdito en Su reino. Y aunque Él todavía no gobiernan la tierra, no es menos que un rey. David todavía era el rey aunque él estaba haciendo siendo expulsado y perseguido por Absalón ahí en Su reino y él estaba escondiéndose en el desierto y él no era menos un rey. Aunque el mundo ha perseguido a Jesucristo y ha tratado de derrocarlo y rebelarse contra de Él como Absalón lo hizo contra David, Él no es menos un rey. Y aunque Él está ausente de la tierra y en los cielos Él todavía es el gobernante de nuestros corazones y algún día vendrá a gobernar esta tierra. Amados, somos súbditos en Su reino.

Y es emocionante reconocer que hemos sido sacados de la jurisdicción de las tinieblas y colocados en el reino del Hijo de Su amor. Y hay una responsabilidad tremenda conectada con eso, creo yo. Como hijos del reino debemos representar de manera apropiada al rey, ¿no lo cree? Creo que debemos hacerlo. En 1 Tesalonicenses 2:12: “Deben andar como es digno de Dios que nos ha llamado a Su reino.” Si Dios no ha hecho súbito de Su reino, debe actuar como tal, andar de manera digna porque usted está reflejando al rey. Y en 2 Tesalonicenses 1:5 él inclusive dice algo más: “Esta es muestra manifiesta del juicio justo de Dios para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios por el cual también sufrís.” Somos embajadores del rey. Podemos sufrir por el rey pero debemos caminar como es digno del rey.

Entonces somos miembros de un reino y eso simplemente significa que hemos reconocido el gobierno y el señorío de Cristo nuestras vidas. Somos la compañía de personas, el grupo de personas gobernados por Jesucristo. Todo eso que es en el futuro estamos por verlo pero lo que ahora sabemos es que el rey que siempre está presente y que está reinando dijo que nunca nos dejaría y nos desampararía. En Hebreos capítulo 12, simplemente traigo a su mente un par de versículos; permítame tan solo leérselos, versículo 28: “Así que recibiendo nosotros un reino inconmovible.” Eso es emocionante, ¿no es cierto?

¿Qué tipo de reino tenemos? Uno que no puede ser sacudido. Escuche: “Sirvamos a Dios de manera aceptable con temor y reverencia porque nuestro Dios es fuego consumidor.” Si hemos recibido un reino que nunca será movido entonces tenemos la obligación de servir a Dios con reverencia y temor piadoso.

Entonces Pablo dice gracias. Gracias Padre. Gracias por la herencia. Gracias por la liberación. Gracias por la transferencia. Y yo quiero cerrar simplemente al llevarlo al versículo 14 el cual lo resume: “¿Cómo fue todo esto posible? ¿Cómo fue posible que pudiéramos llegar a recibir una herencia? Que pudiéramos llegar a ser liberados. Que pudiéramos llegar a ser transferidos a Su reino. Solo de una manera. Tuvimos que ser redimiros y que se nos perdonaran nuestros pecados. Lo que está entre nosotros y Dios es el pecado, la redención es el perdón del pecado y es que Él nos atrae a sí mismo. Cuando Dios colocó a Cristo en la cruz y Él llevó Su pecado y Él llevó mi pecado la paga fue pagada y Dios había pagado el precio para redimirnos de regreso y debido a eso Él pudo darnos una herencia, liberación, transferirnos a Su reino. Esta es una oración modelo, como dije al principio. Y espero que usted se lleve un par de cosas de esto; de manera dominante una sería agradecerle a Dios por lo que Él ha hecho, la epítome de lo que Él ha hecho en Cristo.

Dos: Aprenderá a cómo para orar, a pedir y agradecer. Amados, permítame resumir esta oración entera de los versículos 9 al 14 e palabras. Cuando usted ve lo que Dios ha hecho, otros usted reconoce lo que Él ha hecho y cuando yo lo reconozco, ¿cómo podemos hacer algo menos que estar llenos del conocimiento de Su voluntad? Como Pablo ora en toda sabiduría, versículo 9: “Y entendimiento espiritual para que andéis como es digno del Señor agradándole todo.” Cuando vemos lo que Él ha hecho, ¿cómo podemos hacer algo menos que eso?

 

Padre nuestro, te damos gracias en esta noche por ayudarnos simplemente a enfocarnos en cosas que conocemos tan bien, cosas que hemos estudiado tantas veces sin embargo Señor las vemos de una manera diferente. Yo tan solo he tratado con Tu palabra en esta anoche y de manera deliberada y simplemente un estudio bíblico, uno muy intenso. Sin embargo, oro Señor porque mi propia ineptitud y fragilidad el Espíritu de Dios pueda tomar la palabra de Dios y cambie vidas que de alguna manera pase por alto el elemento humano, que Tú lleves a cabo algo que haga que todo el cielo se regocije. Sálvanos de lo mundano, sálvanos de la torpeza de perdernos en las cosas que no importan y lleva nuestros corazones a estar últimamente enfocados en el flujo de alabanza por nuestra herencia, nuestra liberación, nuestra transferencia a Tú reino. Y después ayúdanos a caminar de una manera digna. Hemos sido calificados posicionalmente, ayúdanos a vivir esa vida calificada para que otros puedan ver en nosotros Tu reino. Oramos en Su nombre y para Su gloria. Amén.

 

 

 

 

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