Esta noche, como les prometí esta mañana vamos de regreso a Mateo capítulo 24. Estoy tan emocionado y expectante por nuestro mensaje en esta noche, y contento porque están todos aquí, listos para regresar a este gran capítulo. Creo que, si predicara así todo el tiempo de esta manera, el domingo por la mañana, y en la noche del mismo tema, acortaría mis repasos un poco, porque no tendría que hacer un puente en un espacio tan grande en el tiempo. Pero estamos viendo Mateo capítulo 24, el gran discurso del Monte de los Olivos, el sermón de nuestro Señor dado para enseñar acerca de su propia segunda venida.
Es un capítulo tremendo. Los discípulos le han hecho las preguntas en el versículo 3 que da lugar a este gran sermón. Sus preguntas son: dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿qué cosas? La destrucción de Jerusalén, la destrucción del templo, la venida del Mesías en su reino. ¿Cuándo serán estas cosas? ¿y cuál será la señal de tu venida y del fin del siglo? Quieren saber cuándo es que el Mesías establecerá su reino, juzgará a sus enemigos, limpiará a Jerusalén, congregará a los judíos dispersos y establecerá su reino. Y tienen el sentimiento de que está muy, muy cerca, que podría suceder en cualquier momento, como lo aprendimos en nuestros estudios que ya vimos en este capítulo.
Tienen el sentido que está a la vuelta de la esquina, que quizás a tan solo días, o en el mejor de los casos, semanas, ciertamente no más tiempo que eso porque Jesús había dicho que iba a haber una deserción en Jerusalén, que iba a quedar desierta Jerusalén e Israel, un tiempo de limpieza, que iba a hacer destruido el templo. Y debieron haber pensado que eso significaba la reconstrucción del gran templo milenario que comenzaría, y él estaba viniendo en el nombre del Señor y ciertamente eso está muy cercano, y ciertamente él era el Mesías, y él había sido proclamado por Juan el Bautista y él habría tenido que juzgar a las naciones, las naciones impías que lo habían rechazado, y su pueblo. Todo se veía como si todo se iba a llevar a cabo en este momento.
Pero en respuesta a su pregunta, los versículos 4 hasta el final del capítulo 25, Jesús les da la respuesta más larga a cualquier pregunta hecha en el Nuevo Testamento. Él les dice que su venida está en el futuro. Él no les dice que tan lejos en el futuro, ninguno de nosotros sabe eso, sabemos más que ellos porque hemos vivido los dos mil años desde ese entonces. Pero no sabemos qué tan lejos en el futuro. Pero comenzando en el versículo 4 Jesús dice, “Hay algunas cosas que can a suceder antes de mi venida. Cuando estas cosas comienzan a suceder, prepárense.”
De hecho, en el versículo 8 los llama el principio de dolores de parto. El nacimiento siendo la venida del Mesías a su reino. Y van a haber algunos dolores de parto, exactamente al final, apenas antes de que el Mesías venga en su reino. Y entonces, él les está diciendo, “No es ahora, hay algunos dolores de parto que están por venir en el futuro.” Él no les dice que tan lejos en el futuro, pero les describe como serán estos dolores de parto en el futuro, que van a traer, van a dar a luz a su reino glorioso.
Ahora, recuerde lo que le dije esta mañana, que eso es todo lo que él dice, es futuro. Si estos son los dolores de parto al final, los dolores de parto para el establecimiento del reino, entonces deben venir al fin, así como los dolores de parto en una mujer vienen al fin de su embarazo, apenas antes de que dé a luz esa vida nueva. Entonces, el Señor está describiendo lo que sucederá en el final. Él nos lleva a un tiempo llamado en el versículo 21, la gran tribulación. Un tiempo en el futuro, sin embargo, todavía por venir. Y todos los detalles que veremos en esta noche apuntan a ese tiempo.
Ahora, simplemente otra nota para entrar al texto. Recuerde que cuando los discípulos veían los profetas del Antiguo Testamento, Isaías, Ezequiel, Daniel, cuando veían a Zacarías, inclusive otro de los profetas menores, y veían que el Mesías iba a venir, los profetas nunca separaron una segunda y primera venida, simplemente hablaron del Mesías que venía, y haciendo todo lo que él haría. Y entonces les parecía, que la primera vez que el Mesías viniera sería la única vez que él vendría, y que él lo haría todo en ese momento. Lo que no vieron es que habría una primera venida, un largo período de tiempo, y después una segunda venida. Sabemos que eso es verdad. Nadie niega eso porque estamos en ese período largo en este momento. Y ese período estuvo escondido de los profetas del Antiguo Testamento, Pablo los llama “el misterio escondido desde los siglos pasados, pero ahora revelado a nosotros.”
Y entonces, estamos en ese período de tiempo esperando la venida futura del Señor Jesucristo. Y antes de que él venga, dice él, habrán estos dolores de parto que darán lugar al establecimiento de su reino. Y hay seis de ellos comenzando en el versículo 4, número uno, fue engaño. Y vimos ese esta mañana, engaño. “Y Jesús les respondió y les dijo, ‘Guardaos’” o literalmente, mantengan sus ojos abiertos, cuidado de que ningún hombre os engañe, porque muchos vendrán en mi nombre diciendo, ‘Yo soy el cristo’ y engañarán, o desviarán a muchos.
Y señalamos que siempre habrán cristos falsos, siempre habrán personas que dicen ser Jesucristo, los tenemos en la actualidad en nuestro mundo diciendo que son cristo, son los ungidos, son el salvador del mundo. Siempre existirá, pero él no se está refiriendo a esos que están aquí en la actualidad o a aquellos que estuvieron en el tiempo del Nuevo Testamento, él se está refiriendo a aquellos que habrán en el futuro. Cuando habrá una abundancia de mesías falsos apareciéndose, para tratar de librar a un mundo que está en caos absoluto. Porque si leemos las otras escrituras de manera apropiada nos dicen que el tiempo de la tribulación, en el tiempo de los dolores de parto, será un tiempo cuando todos los sistemas comienzan a desintegrarse, un tiempo cuando el Señor quita la influencia de refreno del Espíritu Santo quien refrena el pecado de llegar a su potencial máximo. Todo eso será quitado y el pecado no tendrá refreno.
Y entonces, es en ese momento, cuando el sistema comienza a ser destruido por su propia pecaminosidad, que se levantarán muchos liberadores y mesías falsos tratando de hacer que la gente los siga. El clímax en ese grupo será uno llamado, ¿cómo? anticristo. Y él será el Mesías falso definitivo, el salvador falso definitivo, el salvador falso definitivo que el mundo verá. E inclusive puede haber otros que estarán compitiendo por su poder, hasta que el finalmente asegura su poder a nivel mundial.
Entonces, el Señor Jesús dice, “antes de que yo venga en mi reino habrán engañadores que vendrán y dirán, ‘Yo soy Cristo’, y desviarán a muchos.” Engañarán a muchos. Y leímos en nuestro último mensaje de Daniel capítulo 8 y de Daniel capítulo 11, y de Apocalipsis capítulo 13 y Apocalipsis capítulo 19, y 2 Tesalonicenses capítulo 2, y todos esos pasajes nos hablan de éste anticristo engañador, final. Y también señalamos aquí, que el período de los dolores de parto llamado aquí la gran tribulación, ese período tiene su comienzo, la venida de estos engañadores. Y eso es coherente con lo que aprendemos en el libro de Apocalipsis.
Entonces, la primera marca, el primero de los dolores de parto que comienza a desarrollarse en el tiempo de la tribulación, es un tiempo de gran engaño, enfatizado de manera particular en el engaño del anticristo quién guía al mundo entero a seguirlo y adorarlo como si él fuera dios, el liberador definitivo del hombre.
Ahora, pasemos a la segunda de las señales. ¿querían señales? Él dice, aquí están las señales que son el comienzo de los dolores de parto. No el fin, sino solo el comienzo. Y les mostramos que como una mujer que tiene un hijo, y los dolores de parto tienen cierta distancia, o cierto espacio entre ellos conforme comienzan, y se acercan, y se acercan, y se acercan más hasta que vienen rápidamente, apenas antes de que nazca el niño, así es en el tiempo de la gran tribulación. El comienzo de dolores de parto, tienen una cierta distancia entre ellos, y después se acercan más y más hasta que casi vienen de manera concurrente en un holocausto de trauma que explota, que ocurre al final cuando el reino viene.
Pero conforme comienza a desarrollarse, primero vienen los engañadores, que se están ofreciendo a sí mismos para resolver todos los problemas del mundo. Y nuestro mundo estará listo para eso. Créanme, están listos para esto, ya. Esto quizás no está muy lejos, nuestro mundo está listo para que alguien venga y pueda resolver todos los problemas. Pero el segundo no es engaño, sino disensión. Disensión. Versículo 6, “Y oiréis de guerras y rumores de guerras. Mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin.” En otras palabras, esto es tan solo el comienzo de los dolores de parto, “porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino.” Vamos a detenernos ahí.
Entonces, vemos en el versículo 6, que ese período de tiempo se va a caracterizar por guerras y rumores de guerras. Si usted no está involucrado en una inmediatamente, inclusive si lo está, usted va a oír de otras guerras. Y en dónde ni siquiera existen las guerras, habrán rumores de que existen. Guerra caliente, guerra fría, todo tipo concebible de guerra. Guerra global, nación contra nación, reino contra reino, y no hay diferencia entre esas dos, a menos que digamos que una nación es un grupo de personas sin un rey, y un reino es un grupo de personas con un rey, y ese es el único elemento distintivo en esos dos. El punto es que las naciones y los reinos se van a involucrar a nivel global en guerras y rumores de guerras.
Ahora, dice usted, “Bueno, siempre hemos tenido esto.” Tiene razón, siempre lo hemos tenido. O hemos tenido periodos de tiempo de paz breve en el mundo y la mayoría de las naciones en sí han tenido tiempos de guerras y tiempos de paz. Y no estamos negando que eso será verdad a lo largo de todo el día del hombre. Habrán momentos de guerra, y habrán naciones peleándose contra naciones y reinos peleando contra reinos. Pero aun así lo que nuestro Señor está diciendo aquí es que, en el fin, el comienzo de dolores que van a dar a luz al reino, va a haber una guerra a nivel mundial, a una escala desconocida antes de ese tiempo. En proporciones masivas va a haber una intensificación de guerra por toda la tierra, y las guerras van a ser nacionales, nación contra nación, reino contra reino. Van a haber grandes grupos de personas, culturas contra culturas.
De hecho, hay otra nota que usted debería tener a partir del texto griego. En el versículo 6 dice, “Oiréis” y ese es un futuro, lo que llamamos un futuro durativo, lo cual no significa nada para la mayoría de nosotros, pero la idea es que expresa la idea de oír continuamente. Ustedes continuamente oirán de guerras, continuamente oirán de rumores de guerras y continuamente oirán de naciones y reinos peleando unos contra otros. En otras palabras, es un tipo constante de mensaje resonante, una realidad resonante en ese tiempo en particular en la historia.
Ahora, podemos verificar esto fácilmente. Si vamos al libro de Daniel, por ejemplo, veamos Daniel capítulo 11. Y Daniel nos lleva al período de tiempo futuro. Daniel nos lleva hasta el tiempo cuando el Mesías viene a establecer su reino. Y apenas previo a eso, Daniel describe la guerra, por lo menos en algunas perspectivas. Daniel 11, versículo 40, “En el tiempo del fin”, este es el tiempo del fin del sigo. Daniel nos está llevando al fin en dónde nuestro Señor nos está llevando. “En el tiempo del fin, el rey del sur va a empujarlo.” Empujarlo se refiere al anticristo. Y si usted estudia la profecía de Daniel, descubre que al final, el anticristo gobierna un reino grande, básicamente constituido por el territorio que una vez le perteneció al antiguo imperio romano.
En otras palabras, en un sentido, va a haber una Europa unificada, él va a ser el rey de una confederación occidental, él va a ser el rey de un imperio romano revivido que incluye a Europa. Y Daniel presenta eso de manera abundantemente clara a lo largo de su profecía. Y entonces, el anticristo se ha establecido a sí mismo como un gran poder. No solo eso, no solo se ha establecido así mismo como un gran poder en Europa, sino que es una amenaza para el mundo entero. Y de manera natural él tiene sus ojos en el medio oriente. Y claro, Israel siempre ha amenazado por sus vecinos del medio oriente, quiere protección y entonces entra en una Liga con él, capítulo 9 de Daniel, versículo 27, entrando en un pacto con el anticristo, buscando protección por parte de este imperio grande, occidental del cual él es la cabeza. Y en el tiempo del fin, con el anticristo gobernando esta gran confederación, dominando esa parte del mundo, y claro la cultura occidental siendo tan avanzada tecnológicamente y demás, teniendo una gran, gran fuerza de poder sobre el resto del mundo, el reino del sur se mueve agresivamente contra el anticristo, éste es algún tipo de ejército africano, algún tipo de coalición africana, y confederación que empuja hacia el norte hacia el poder del anticristo.
Y después dice, el rey del norte. Sin duda alguna, Rusia con todos sus aliados en el medio oriente empujando también con caballos y jinetes y muchas naves entrando al país, pasarán. Es algo interesante que lo que sucede es que aquí viene el anticristo, aquí viene el rey del sur, aquí viene el rey del norte, y el lugar en dónde todos convergen es en la tierra santa, y entrar a la tierra de Israel. Es llamada en el versículo 41, ‘la tierra gloriosa’. “Y muchos países serán derrocados, pero estos escaparán de su mano, esto es de la mano del anticristo. Inclusive Edom y Moab y el principal de los hijos de Amón. Y él estirará su mano y también sobre los países y la tierra de Egipto no escapará, sino que él tendrá poder sobre los tesoros de oro y de plata y sobre todas las cosas preciadas de Egipto, y los de Libia, y los de Etiopía estarán a sus pasos.”
Y entonces, aquí está él y él derrota todas estas grandes potencias. Yo creo que él inclusive derrota a la potencia rusa por el momento, como también el rey del sur, él gana una victoria grande y gloriosa, y después versículo 44 dice, “Inmediatamente escuchará noticias del este y de nuevo del norte, lo turbarán.” Y entonces, ahora él oye que el este viene contra él, y él va con una gran furia para destruir y aplastar a muchos. Y aquí el anticristo tiene esta victoria tremenda, y él establece el tabernáculo de su palacio entre los mares, y el monte santo glorioso. Lo que él hace es que el establece su palacio exactamente en el medio de Jerusalén, en el monte Sion. Él se establece a sí mismo como dios. Sin embargo, dice que él llegará a su fin, y nadie le ayudará.
Pero el punto que quiero que vea es que Daniel ve el fin, y habla de una guerra mundial, él ve una guerra mundial que nos deja perplejos. En dónde usted tiene la fuerza entera de potencial occidental en Europa, y quizás inclusive de alguna manera los Estados Unidos podrían estar ligados a eso, aunque no hay nada en la Escritura que diga eso. Usted tiene la gran fuerza de la confederación rusa, usted tiene la gran amalgamación de todo lo que está en África, la cual en la actualidad está agitada al punto de hervir. Y después usted tiene al oriente, la China roja y todo eso, y todos convergiendo en Israel para un holocausto de guerra en el tiempo final.
Y entonces, dice Daniel, esperamos este tipo de batalla. Observe Zacarías, capítulo 14. Y el profeta Zacarías ve lo mismo. Conforme Zacarías ve el tiempo del fin en el versículo 1, él dice, aquí el día de Jehová viene, y tu botín será dividido en medio de ti.” Escuche esto, “porque congregaré a todas las naciones en contra de Jerusalén, para luchar.” El mundo entero va a converger en Jerusalén, en una batalla final increíble. La ciudad es tomada, las casas son despojadas, la mitad de la ciudad va al cautiverio y el resto del pueblo no será quitado de la ciudad. Y después, Jehová saldrá y peleará en contra de esas naciones como cuando Él peleó en el día de la batalla.”
Y esa es exactamente la manera en la que Daniel terminó su profecía, que él va a llegar a su fin y él no va a poder encontrar a alguien que le ayude en ese momento. Entonces, va a ver una guerra mundial. De nuevo, convergiendo en Jerusalén, y Zacarías la señala de la misma manera, exacta. Entonces, este es un retrato coherente, a partir de los profetas, como también a partir de nuestro Señor mismo. Al final del profeta Hageo, versículo 22 del capítulo 2, “Derrocaré el trono de los reinos, destruiré la fortaleza de los reinos de las naciones. Derrocaré a los caballos de aquellos que los montan, y los caballos y sus jinetes serán derribados, todos por la espada de su hermano. En aquel día, dijo Jehová de los ejércitos, te tomaré a ti oh Zorobabel, mi siervo, el hijo de Salatiel, dijo Jehová, y te haré como una señal, porque te he escogido dice Jehová de los ejércitos.” Es como si Zorobabel es visto en su descendiente, en ese tiempo final cuando Dios envía su propio ejército para destruir a los ejércitos del mundo, y después establece aquél que sale de los lomos de David, uno de los lomos de Zorobabel, para que sea el rey y ningún otro que el Mesías.
Entonces, gran disensión vendrá al fin, y podemos ver esto comenzando a desarrollarse conforme el mundo simplemente está listo para que alguien lo prenda como si fuera pólvora, y todos nosotros vivimos en esta especie de amenaza de guerra nuclear, y la contención y ansiedad y peleas que se llevan a cabo por todo el mundo, simplemente preparando el escenario para este holocausto final.
Ahora, para llevarlo inclusive al final del libro de Apocalipsis, como lo describe, observe el capítulo 6 de Apocalipsis. Y Apocalipsis nos da inclusive más detalles conforme vemos esto, guerras y rumores de guerras; y reino contra reino; y nación contra nación, y toda esta gran guerra que va a venir al final. Cuándo usted tiene los sellos, usted tiene siete sellos abiertos. Es algo interesante, simbólico, un testamento, un testamento que era dejado a alguien, era sellado siete veces en la ley romana para que no pudiera ser violado sin que la gente se diera cuenta. Y éste es un testamento sellado, es el testamento de Dios para Cristo. Y conforme él abre un sello tras otro, él retoma el mundo, cada sello revela que acontecimientos se llevan a cabo conforme él vuelve a tomar posesión del mundo para sí mismo.
El segundo sello se abre, versículo 4, “Sale otro caballo que era rojo, y poder se lo dio a aquel que estaba sentado sobre él para quitar la paz de la tierra.” La paz falsa establecida por el anticristo, es quitada de la tierra, “y comienzan a matarse el uno al otro, y se le dio una gran espada.” Entonces, aquí usted tiene la guerra, aquí usted tiene al mundo comenzando a matarse a sí mismo en una matanza masiva. “Y cuando él hubo abierto el tercer sello,” versículo 5, “oí a la tercera criatura viviente, o ángel, diciendo, ‘ven’, y vi. Y aquí un caballo negro y aquel que se sentaba sobre él, con un par de balanzas en su mano, y procede a describir el hecho de que él estaba pesando el grano y demás, y son condiciones de hambre, no hay suficiente alimento. Y ese es el resultado de la guerra.
Y después usted llega al cuarto sello, en el versículo 7, el versículo 8 lo describe, “Y miré, y he aquí un caballo pálido, y el nombre de aquel que se sentaba sobre él, era muerte, y el Hades lo seguía. Y se le dio poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar con espada y con hambre y con muerte, y con las bestias de la tierra. Y aquí está la masacre de un cuarto de la población del mundo. Con estas estadísticas en la actualidad, una cantidad enorme de personas es masacrada en la matanza que se lleva a cabo a nivel mundial.
Ahora, vaya al capítulo 9 del Apocalipsis y usted verá a un más lo que sucede en esta guerra al final. Versículo 13, “El sexto ángel sonó, y oí una vez de los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciéndole al sexto ángel que tenía la trompeta, ‘Suelta los cuatro ángeles que están amarrados en el gran río Éufrates. Y los cuatro ángeles fueron soltados, que estaban preparados para una hora, y un día, y un mes, y un año, para matar a la tercera parte de los hombres.” Y aquí viene otra multitud de fuerzas demoniacas, para masacrar a una tercera parte de la población, que quedó después de que la cuarta parte original había sido matada.
“Y el número de este ejército de jinetes es 200 millones. Y oí el número de ellos” y él los describe. Ellos vinieron y tenían un poder tremendo para matar. Versículo 18, “Mediante estos tres, la tercera parte de los hombres fue matada, y mediante fuego y humo, y azufre, su poder estaba en su boca, sus colas, y sus colas eran como serpientes, y sus cabezas y demás. Y el resto de los hombres que no fueron matados por estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos, para que no adoraran a demonios, ídolos de oro y plata, y bronce, y piedra, y madera que no pueden ni ver, ni andar, ni se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de la fornicación, ni de sus robos.”
Inclusive después de que una cuarta parte del mundo es masacrada, en el holocausto de la guerra, otra tercera parte es masacrada, algunos hombres aun así todavía no se arrepienten. El capítulo 13 nos dice otra cosa interesante acerca de esta guerra, el poder impresionante en esta guerra, en parte, no está solo en las fuerzas demoniacas del infierno y Satanás mismo, sino que está en el anticristo, la bestia, versículo 7. “Y se le dio hacer guerra con los santos, y vencerlos. Y se les dio poder sobre toda lengua, tribu, nación”, y él viene del versículo 10, “y él mata con la espada.”
Entonces, aquí está el anticristo, así como vimos en el Antiguo Testamento en Daniel, él es el que masacra al rey del sur, al ejército del norte, derrota al ejército del este, establece su poder a nivel mundial. Usted entiende el escenario, simplemente una masacre, incesante, en la guerra en el tiempo final. Todas las esperanzas del hombre son derribadas, llegando a nada, conforme todo llega a su fin.
Otro pasaje, 16:14 de Apocalipsis, en el versículo 13, Juan ve estos tres espíritus inmundos, son espíritus demoniacos del infierno, sin duda alguna de gran poder, demonios de alto rango, salen de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta. Son espíritus de demonios que llevan a cabo milagros, salen a los reyes de la tierra y al mundo entero, para congregarlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso. Versículo 16 dice que son congregados a un lugar llamado Armagedón. Y creo que las fuerzas demoniacas del mundo congregan a todos los ejércitos del mundo para converger en Jerusalén para destruirla y para evitar que el Rey de reyes regrese. Y el llamado viene para que se preparen para que peleen. Y hay un holocausto de guerra, conforme luchan uno contra otro. Y en medio de esa batalla Cristo viene, y los destruye a todos.
Entonces, usted puede ver que el Apocalipsis, como también los profetas del Antiguo Testamento apoyan las palabras de nuestro Señor, de que habrá un tiempo de guerra y rumores de guerras, y naciones levantándose contra otras naciones. Ahora, regrese a Mateo 24. Y en el versículo 6, de nuevo, dice, “Oiréis de guerras y rumores de guerras. Mirad que no os turbéis.” No eleven un clamor, no se alarmen, no entren en pánico inmediato porque ese no es aun la milésima de segundo para el Rey venidero. Eso es lo que él dice, mirad que no os turbéis, throemai, significa levantar un clamor, estar alarmado, “porque todas estas cosas deben pasar. Todo es necesario para que el pecado tenga su última jornada, pero el fin no ha llegado. Parecería como si debe ser, pero no ha llegado aún, todavía hay unas cuantas cosas que están por venir. Y vienen en una velocidad que se va incrementando más y más.
Entonces, nuestro Señor dice, “No, este no es el tiempo para el reino. Este no es el tiempo para el juicio final, este no es el tiempo para la destrucción de los impíos. Este no es el tiempo para la renovación de Jerusalén, y la limpieza del templo. Eso es en un tiempo futuro, un tiempo cuando habrá engaño como el mundo jamás lo ha conocido, un tiempo cuando habrá disensión a nivel mundial como el mundo jamás lo ha conocido.
Hay una tercera señal, una tercera señal de principio de los dolores de parto, y es devastación. Devastación. Engaño, disensión, devastación. A la mitad del versículo 7, “Y habrá pestes y hambres y terremotos en diferentes lugares.” La mayoría de los mejores manuscritos no incluyen la palabra ‘pestes’ aquí en el relato de Mateo. Voy a hacer un comentario adicional de eso, en un momento.
Y entonces, Mateo dice que Jesús dijo que habrán hambres y terremotos en diferentes lugares. Además de los falsos cristos, además de las masacres mundiales y las guerras, habrán desastres de proporciones sorprendentes por toda la tierra, conforme la tierra maldita misma comienza a desintegrarse. Hambres y terremotos, liemoi and seismos, la palabra griega es seismos de la cual obtenemos sismógrafo para medir los terremotos. Marcos dice, “Estos no son más que el comienzo de los dolores de parto”, capítulo 13, versículo 8. Y Lucas, en Lucas 21:11 añade la palabra ‘pestes’, después él añade escenarios terribles, y grandes señales del cielo.
Ahora, Mateo no incluyó todos ellos, pero si los unimos todos, tenemos hambres, terremotos, pestes, escenarios aterradores, y grandes señales del cielo. Todo eso va a caracterizar al tiempo final. ¿Qué son pestes? Loimoi en el griego significa ‘enfermedades’, ‘plagas’. Vistas aterradoras, de la raíz phobos, de la cual obtenemos fobia, temor. Acontecimientos horrendos, significa. Escenarios aterradores significan, acontecimientos aterradores. Y señales del cielo, cambios en el cielo.
Entonces, en ese tiempo cuando el mundo entero comienza a desintegrarse, habrá plagas y enfermedades como también terremotos y hambres, acontecimientos horrendos que son indescriptibles y aterradores, como también cambios en el cielo mismo. Ahora, de nuevo, el mundo ha tenido su parte de hambres, el mundo ha tenido plagas, ha tenido acontecimientos horrendos, ha tenido holocaustos. Inclusive ha habido ocasiones cuando ha habido señales fuera de lo normal en los cielos, pero nada, nada, para siquiera acercarse a esto. Y observe lo que dice al final del versículo 7, “en diferentes lugares”. En otras palabras, estas cosas no van a suceder aquí y allá y de vez en cuando, sino que van a venir en muchos lugares al mismo tiempo.
Entonces, aunque hemos tenido desastres, nunca a este grado, y a esta escala tan grande en la historia del mundo. Como puede ver, el mundo entero comienza a autodestruirse cuando el pecado no tiene refreno. Como puede ver, el Señor ha refrenado el pecado, él lo está haciendo en la actualidad, él está refrenando el pecado para la preservación de su pueblo, para la preservación de su tierra. Pero cuando él quite ese refreno, cuando él quita el refreno, y yo creo que eso es concurrente con el rapto de la iglesia, la iglesia es quitada para que ni siquiera estemos aquí cuando todas estas cosas sucedan. Salimos al comienzo, al comienzo de la tribulación somos sacados. Entonces, viene la tribulación. Cuando la iglesia se va y todos los redimidos son quitados de la faz de la tierra, y como 2 Tesalonicenses dice, Dios quita el refreno.
Entonces, todo comienza a desintegrarse, y la tierra creada no puede soportar, no puede sustentar la maldad de la gente que está en ella, y cuando esa maldad no tiene refreno, y todo en el universo comienza a desintegrarse, el mundo entero comienza a desmoronarse. En ese punto, Apocalipsis 9 dice que el infierno se abre, y Satanás suelta demonios que han estado ahí a lo largo de los siglos, y multiplican la población demoniaca. Y Dios les permite que hagan señales y maravillas para engañar al mundo y cautivar las mentes del mundo, conforme el pecado es desatado sin refreno.
Ahora, para llevarle al tiempo del fin y mostrarle estas cosas, tengo que regresar a Apocalipsis. Y aquí, conforme Juan recibe una visión del fin, él ve todas las cosas de las que acabamos de hablar. Terremotos, vea Apocalipsis 6, versículo 12, “Y vi, y aquí está el sexto sello conforme el comienzo, o el principio de dolores de parto se desarrollan, y vi cuando él había abierto el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto.” Un gran terremoto, capítulo 16, versículo 18. Y aquí conforme el séptimo ángel derrama su copa, ahora usted está al fin mismo, ahora usted está al fin de la tribulación.
Viene una voz del cielo y versículo 18, “relámpagos, truenos, y otro gran terremoto que literalmente fractura la gran ciudad en pedazos.” Y versículo 20, “toda isla huye, los montes son aplanados, gran granizo cae del cielo, y los hombres blasfeman a Dios.” Ahora, ahí está el terremoto del final, pero hay otro terremoto masivo que acabamos de ver en el sexto capítulo de Apocalipsis también.
Entonces, ese tiempo será caracterizado por terremotos aterradores. En Apocalipsis capítulo 11, versículo 13 nos dice, y aquí creo que nos estamos acercando un poco más al comienzo de los dolores de parto. Versículo 13, en la misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad cayó. Y en el terremoto fueron matados siete mil hombres, y el remanente fue aterrado, y dio gloria al Dios del cielo. Eso sucede en la ciudad de Jerusalén.
Entonces, Jesús dijo que sería un tiempo de terremotos, y, de hecho, será un tiempo de terremotos. Ahora, Jesús también dijo que será un tiempo de hambre. De nuevo, vea Apocalipsis 6, versículo 6, y aquí está el tercer sello que se abre en el tiempo de la tribulación, “Y una medida de trigo por un denario. Y tres medidas de cebada por un denario. Y ve tú que no lastimes ni el aceite, ni el vino.” No toques el aceite de la gente rica, y el vino de la gente rica. Un denario es el sueldo de un día, una medida de lo cual es algo muy poco. Usted trabaja todo un día, y usted apenas puede sobrevivir con lo mínimo. Condiciones de hambre, condiciones desastrosas. Y ésta es la razón por la que el versículo 8 dice a la mitad del versículo, “poder les fue dado sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada y con hambre.” El hambre será resultado en parte de esa cuarta parte de la tierra que se estará muriendo de hambre.
En el capítulo 8 de Apocalipsis, y aquí usted tiene las trompetas, y ahora usted se está acercando un poco más al tiempo final, granizo y fuego mezclado con sangre son arrojados sobre la tierra, la tercera parte de los árboles son quemados, todo el pasto verde es quemado. Ahora, eso va a crear hambre, ¿no es cierto? las cosas que crecen, una tercera parte de todas ellas, destruidas. Versículo 9, “después el mar se convierte en sangre, una tercera parte de las criaturas en el mar se muere, una tercera parte de las naves, destruidas. El movimiento del alimento de un lugar a otro no puede llevarse a cabo. Aquellos que dependen del mar para su alimento, no lo van a recibir.
“Una tercera parte”, versículo 10, “de los ríos y las fuentes de aguas. El agua fresca se acabó, no van a poder tener agua fresca para regar y demás. Y la gente va a morir debido a las aguas, y después dice, “una tercera parte”, versículo 12, “del sol fue herido, y una tercera parte de la luna, una tercera parte de las estrellas.” En otras palabras, el ciclo entero de día y noche va a cambiar. Las estaciones van a cambiar, los cultivos no van a crecer, y va a haber un caos mundial cuando Dios comienza a cambiar todas las cosas.
Entonces, hambre y terremotos. ¿Qué hay acerca de pestilencia o plagas? Observe el capítulo 16, y conforme usted se mueve hacia el final, más cerca del fin de los dolores de parto, y usted ve que se derraman las copas, lo cual creo que vienen en una sucesión más bien rápida. Versículo 2 dice, “cuando las copas de ira son derramadas, cayó una plaga dolorosa y pestilente sobre los hombres, que tenían la marca de la bestia, y aquellos que adoraban su imagen.” Algún tipo de plaga terrible va a venir, que trae una llaga dolorosa sobre la gente, algún tipo de cáncer.
Y después el segundo ángel derramó su copa en el mar, y se volvió como la sangre de un hombre muerto. Usted recuerda ahí atrás en los sellos cuando eso pasó, solo fue una tercera parte del mar, ahora es todo el mar. Ahora usted está al final y está viniendo rápidamente todo el mar, y después en el versículo 4 todos los ríos y las fuentes de aguas se volvieron como sangre. Y después, versículo 8, el sol comienza a quemar a la gente con gran calor. Y después, versículo 10, la tierra está llena de oscuridad, el sol deja de brillar, y la gente empieza a morderse la lengua de dolor. Todas estas plagas terribles, inconcebibles.
Ahora, como si eso no fuera suficiente, como le dije en Lucas, dice acontecimientos horrendos. Acontecimientos aterradores se van a llevar a cabo. Y usted puede regresar al capítulo 6, como lo hemos estado viendo, no necesita hacer eso ahora. Ya lo vimos. Y usted ve las cosas horrendas, ahí conforme la guerra y la muerte, y el hambre y la masacre vienen, conforme el cielo comienza a destruirse, conforme la tierra comienza a sacudirse, acontecimientos horrendos, aterradores. Usted llega al capítulo 9, como le dije hace un momento, el foso sin fondo es abierto y los demonios comienzan a salir del foso sin fondo, seres demoniacos. Y los hombres van a estar tan atormentados, en el versículo 5, dice que sus tormentos van a ser como el tormento de un escorpión, y los hombres van a buscar la muerte, versículo 6, y no la hallarán; el deseo por morir, y la muerte va a huir de los hombres.
Y el líder de estos demonios es en el versículo 11, su nombre en la lengua hebrea es Abadón, pero en la lengua griega su nombre es Apolión, eso significa destructor, Satanás. Aterrador cuando el infierno saca todas sus fuentes demoniacas que le quedan. Y usted llega al versículo 13 de ese mismo noveno capítulo, y usted tiene este ejército horrendo que masacra, que viene. Vaya al capítulo 12 por un momento, versículo 12, dice, “Hay de los habitantes de la tierra y del mar, porque el diablo ha venido sobre vosotros.” No solo el foso va a sacar a todos sus demonios, sino que Satanás va a ser expulsado del cielo y va a aterrizar sobre la tierra y va a traer toda la maldad que su mente puede concebir.
Otro escenario aterrador está en el capítulo 14, versículo 20, un acontecimiento horrendo inconcebible, conforme el derramamiento de sangre es tan grande, que la sangre sale del lagar, hasta los frenos de los caballos, a una distancia equivalente a más de 200 kilómetros. Por más de 200 kilómetros los frenos de los caballos van a estar arrastrándose en sangre, más de 200 kilómetros, desde la parte extrema del norte hasta la parte extrema del sur en Israel será un baño de sangre. Un acontecimiento increíble e inconcebible.
Y después usted llega al capítulo 16, versículo 3 en dónde como acabamos de ver, el mar se convierte en sangre y el agua fresca se convierte en sangre, el sol quema a la gente, la oscuridad viene, se muerden las lenguas del dolor, ni siquiera puede imaginarse el dolor, estar en oscuridad absoluta, y lastimándose a sí mismo, y chocando contra cosas y estando en temor. Y después en el versículo 13 del 16, aquí vienen tres espíritus malos más, del infierno, que llevan a cabo maravillas y congregan al mundo para el Armagedón. Son simplemente cosas inconcebibles, sorprendente.
Después en el versículo 18, los truenos, los rayos, los terremotos, y todo eso, la tierra entera comienza a deshacerse. Vaya al capítulo 18, comenzando en el versículo 8, y usted ve el sistema del hombre aquí, siendo descrito y se desintegra ahí, versículo 8 por lo tanto sus plagas vendrán en un día, muerte y lloro y hambre. Ella será quemada de manera total, con fuego porque fuerte es el Señor Dios quién la juzga. Y ella aquí es el sistema económico mundial, llamado Babilonia. Y el resto de ese capítulo describe la devastación de ese sistema. Y la otra cosa que Lucas dijo, finalmente, habrá terremotos, hambres, plagas, acontecimientos horrendos, y finalmente señales del cielo. Y ya hemos visto algunos de ellos. Los cielos enteros comienzan a destruirse.
De regreso al capítulo 6, versículo 12, un terremoto, el sol se vuelve negro como el cilicio, y eso claro fue profetizado por Joel, que fue el capítulo 2 repetido por Pedro en su sermón en Hechos 2. El terremoto seguido por el sol volviéndose negro, la luna se vuelve como sangre, las estrellas del cielo caen a la tierra, pueden imaginarse eso, como una higuera que deja caer sus higos fuera de tiempo cuando es sacudida por un viento fuerte. Usted tiene a pequeños higos que simplemente caen de una higuera, y un gran viento del este viene, sacude el árbol y hace que caigan todos sus higos, y todos caen al suelo. Así será cuando Dios sacuda el cielo, y todas las estrellas caigan. El cielo mismo se va a enrollar como un rollo. Usted toma un rollo, usted lo suelta y simplemente se enrolla. El cielo entero se enrolla como un rollo, y toda montaña ahí son movidas de su lugar. Sorprendente.
Capítulo 8, y estamos de regreso al versículo 12 de nuevo, “Una tercera parte del sol es herida, una tercera parte de la luna, y una tercera parte de las estrellas, una tercera parte de ellas oscureció y el día no brilló por una tercera parte del mismo, y así la noche. El calendario entero está en caos, todas las semanas, todas las temporadas, todas las estaciones, las mareas están fuera de sincronización, todo, todo, conforme este juicio es derramado, señales del cielo y después claro, cuando las copas finales son derramadas como vimos, y toda isla huye, y los montes no se encuentran, y granizo viene del cielo pesando unos 50 kilos cada uno. Una plaga que es inconcebible.
El Señor dice, “Todos estos son simplemente, el principio del fin. Solo el principio.” Y le he dado un panorama de las cosas del principio, y también lo he llevado también a las copas, que son la culminación final. Pero hay un comienzo de estas cosas, terremotos, plagas, señales desde el cielo, acontecimientos horrendos, hambre y escalan hasta llegar a una proporción inconcebible hacia el fin. Ahora, estos son los dolores de parto. Observe lo que dice ahí en el versículo 8, “todos estos son el principio de dolores de parto.”
Ahora, eso habría sido entendido, dice usted, ¿los judíos habrían entendido eso? Sí. Permítanme detenernos en nuestro viaje a lo largo de la Escritura, simplemente para hablar por un momento. A los judíos se les había enseñado que antes de que el Mesías viniera habría dolores de parto, un concepto muy familiar, judío. Edersheim, el gran erudito judío dice, y cito: “Los escritos judíos hablan con mucha frecuencia de los dolores de parto del Mesías.” (Fin de la cita).
Entonces, cuando él dijo, “Estos son dolores de parto”, habrían sabido de que estaba hablando. Terminología conocida. Y todas estas cosas nos dicen que la venida de Cristo se acerca. Y todas vendrán en el tiempo final, de tal manera que va más allá de nuestra concepción. Entonces, nuestro Señor dice que el tiempo del fin será marcado por engaño, por disensión y por devastación.
Permítame darle una cuarta, profanación, profanación. Y aquí nos alejamos del mundo, y nos concentramos en los creyentes, dejamos al mundo y pasamos a los creyentes. Ahora, observe esto, versículo 9, “Entonces, os entregarán a tribulación, los matarán y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.” Habrá una profanación. ¿Qué quiero decir con eso? Profanar significa tratar a una cosa santa de una manera impía, inmunda. Y eso es exactamente lo que dice aquí, el pueblo santo de Dios va a ser tratado de una manera impía. Va a haber una persecución abierta y general de los redimidos, que excede a todas las demás persecuciones. No hay otra persecución que siquiera se compare con ésta.
Entonces, él dice, “aquellos de ustedes que son creyentes en ese día, serán entregados. Esa es una palabra técnica usada con frecuencia para arresto, con frecuencia usada para arresto. De hecho, Mateo creo yo, usa la palabra de esa manera en varias ocasiones. De hecho, en Mateo 4:12, cuando Jesús había oído que Juan fue echado a la cárcel, ahí usa, paradidómi. Es una palabra que significa ser arrestado. Entonces, él dice, “en ese tiempo los creyentes verdaderos van a ser arrestados, arrestados. Y van a ser afligidos. Y van a ser asesinados. Y van a ser aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre.”
En otras palabras, porque se identifican con el Señor Jesucristo van a recibir el odio y la enemistad del mundo. En Marcos 13:9, el pasaje comparativo dice, “Guardaos, porque os entregarán a concilios y en las sinagogas seréis golpeados.” Los judíos estarán metidos en esto. Los judíos que inicialmente al principio del fin estarán metidos en la persecución del pueblo creyente. Dice usted, “Bueno, ¿de dónde vienen los creyentes si la iglesia ha sido arrebatada?” Cuándo la iglesia haya sido arrebatada, Dios va a soltar en el mundo dos testigos, enlistados en Apocalipsis 11, y van a ir por todos lados proclamando la verdad. Son asesinados por el mundo, pero se levantan de los muertos, y ese será un milagro muy convincente porque dice que todo ojo en el mundo los va a ver. Probablemente va a suceder en televisión nacional, televisión internacional, televisión por satélite, y se van a levantar de los muertos. Y van a tener un impacto al ganar algunas personas para Cristo. Y van a haber personas que van a venir al Salvador durante ese período de tiempo. Y van a ser objeto de persecución, no solo por parte del mundo, sino por parte de los judíos también, porque los van a entregar no solo para ser matados, sino en las sinagogas para ser golpeados. Y, por cierto, en la tierra de Israel en la actualidad está literalmente llena de sinagogas, están por todos lados.
Entonces, esa no es una posibilidad remota en absoluto, en absoluto. Y los rebeldes en ese tiempo que se rehúsen a creer en el Mesías, y habrá rebeldes por cierto entre los israelitas según Ezequiel 20:38, habrán rebeldes que deben ser purgados. Habrán gentiles que vienen a Cristo, habrán judíos que vienen a Cristo, habrán judíos rebeldes y gentiles rebeldes, claro, que perseguirán a los creyentes verdaderos, será un tiempo de persecución y martirio severos. Pienso en eso conforme recuerdo estar de pie en el balcón, en el hotel en Tiberio, y viendo hacia abajo, una sinagoga que tenía su reunión en el Shabat. Y algún día en esa sinagoga, en dónde todos esos judíos que se están reuniendo en la actualidad, si están vivos en este tiempo en particular en la historia, habrá una fractura que estará aterrorizando en esa sinagoga. Algunos de ellos habrán creído en el Mesías o creerán en el Mesías, algunos no. Y los que no crean van a estar golpeando a los otros en ese mismo lugar, inclusive quitándole la vida los demás.
Entonces, habrá un tiempo de persecución y martirio severos para los creyentes verdaderos. Profanación, tratando objetos santos de manera vergonzosa. “Os matarán”, observe el versículo 9, “os matarán”. Esa es la palabra para homicidio, serán aborrecidos no solo por los judíos, sino serán aborrecidos por el mundo entero y todas las naciones. Por lo tanto, no habrá refugio, no habrá lugar dónde esconderse, no habrá lugar adónde escapar. ¿Y porque los van a aborrecer? Debido a mi nombre, ese es el punto. Odian a Cristo, el mundo odia a Cristo, siempre lo ha odiado y lo odiará en ese entonces, especialmente cuando están bajo el control de ¿quién? del anticristo, quién se levanta contra Cristo. Siempre los creyentes han sido odiados, siempre los creyentes han sido matados, pero entonces será más allá de cualquier cosa jamás experimentada. Profanación mundial de los santos. Serán martirizados y masacrados de un fin del globo al otro, en ese periodo de tiempo.
De hecho, la Biblia nos da tanto detalle de esto, observe Apocalipsis capítulo 6. Y aquí vemos de nuevo el futuro del principio de los dolores de parto, versículo 9, “Él abre el quinto sello y vi bajo el altar”, ese es el lugar de expiación, estas son almas redimidas vistas aquí bajo el altar. El símbolo de expiación. Él ve ahí las almas de aquellos que fueron matados por la palabra de Dios, y por el testimonio que tuvieron. Ahí habrían sido masacrados en la tribulación, y Juan en su visión los ve ahí, están clamando a gran voz, “Hasta cuando Señor Santo y Verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en aquellos que moran sobre la tierra. Y se les dieron ropas blancas a cada uno de ellos, y se les dijo que deben descansar por un tiempo, hasta que sus consiervos y sus hermanos sean matados como ellos, hasta que fuera cumplido.”
En otras palabras, Juan ve a algunos de los mártires clamando “¿hasta cuándo?”, y el Señor en un sentido dice, “No hasta que el resto de aquellos que deben ser matados, sean matados. El capítulo 7, versículo 9, Juan tiene una visión, y ve una gran multitud que ningún hombre podía contar de naciones y tribus y pueblos y lenguas, y están ahí ante el trono, y ante el Cordero. Y están vestidos con ropas blancas y palmas en sus manos, y están clamando diciendo, “La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.” Y él ve estas personas y ¿quiénes son? Versículo 14, él dice, “estos son los que salieron de la gran tribulación y han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
¿Cómo salieron de la tribulación? Sin duda alguna fueron martirizados, fueron matados por causa del Salvador, por causa de su compromiso con Él. Usted tiene el capítulo 11 en dónde matan a los dos testigos. Usted tiene el capítulo 12 dónde dice que el dragón, Satanás hace guerra con el remanente del mar, esto es gente creyente, probablemente refiriéndose a creyentes judíos. Y después en el capítulo 13, lo vuelve a tener, versículo 7, “Y le fue dado poder para matar”, y él hace guerra con los santos y vence a los santos y al anticristo y también el falso profeta. Y usted lo tiene en el capítulo 17, la gran ramera, la gran prostituta, el sistema religioso falso de la tribulación, está embriagada de la sangre de los santos y la sangre de los mártires de Jesús. Y en el 16:6 dice que “han derramado la sangre de santos y profetas”, han derramado la sangre de santos y profetas.
Ahora, regrese a Mateo 24 y escuche con atención. “Habrá profanación de los redimidos.” Pero escuche esto, “debido a eso”, y quiero que simplemente escuche con mucho cuidado por unos 5 minutos o más y usted va a ver algo que es muy, muy trágico. La quinta señal es, deserción. Deserción. Usted tiene engaño, disensión, devastación, y eso es mundial y eso le pasa al mundo entero incrédulo. Y después pasa a hablar de personas creyentes o las personas que se identifican con Dios y Cristo, y él dice, en primer lugar, va a haber profanación, van a tratar a estas personas con gran persecución. Como resultado de eso, vendrá la quinta señal, deserción.
Observe el versículo 10, “Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.” Esto es tan trágico. La presión es tan grande, conforme el mundo comienza a masacrar a los creyentes, que algunas personas que se han identificado superficialmente con Jesucristo, como la semilla que cayó entre espinos, realmente no tiene raíz alguna, sino que germina y se ve bien al comienzo. Algunas personas que inicialmente se identifican con Jesucristo, cuando ven el precio que debe ser pagado, son escandalizados, son ofendidos, y no están dispuestos a pagar ese precio.
Entonces, comienzan a volverse en su ofensa, y no solo rechazan a Cristo, sino que traicionan a los creyentes verdaderos y los entregan a los perseguidores. ¿Ve eso? Comienzan a traicionar a los creyentes verdaderos, los comienzan a entregar, dándoles sus nombres y direcciones, diciéndoles dónde pueden ser encontrados para ser matados. La gente dice, ¿son creyentes reales? Claro que no. Si fueran creyentes reales continuarían en la verdad, ¿no es cierto? Si fueran creyentes reales entregarían su vida si fuera necesario. Si fueran creyentes reales seguirían en obediencia. Juan lo dice en 1 Juan 2, “Salieron de nosotros porque no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros habrían permanecido con nosotros, pero salieron de nosotros para que se manifestase que nunca fueron de nosotros.” 1 Juan 2:19.
Jesús lo dijo en Juan 8:31, “Si perseveráis en mi palabra, entonces sois mi discípulo real.” Y nuestro Señor mismo estableció el principio de discipulado en Mateo capítulo 10, escuche lo que dijo, ustedes lo conocen, muy claro, “el discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor”, versículo 24. Es suficiente que el discípulo sea como su maestro, y el siervo como su señor. Si han llamado al amo de la casa Belcebú, ¿cuánto más llamaron a aquellos de su casa?” En otras palabras, si dijeron que Jesús era de Satanás, van a decirlo de ustedes, pero es suficiente que sean como Él. El discípulo verdadero está dispuesto a sufrir como su maestro sufrió. Así que no los temáis.
Y después el Señor dice, “Por tanto todo aquel que me confesare delante de los hombres, lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Pero todo aquel que me negare delante de los hombres, también yo lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo.” Él también dijo esto, “El que no toma su cruz y viene en pos de mí, no es digno de mí.” La persona que dice, ‘No quiero la cruz, no quiero morir, yo abandono”, esa persona ni siquiera es digna de ser discípulo. Esa persona ni siquiera pertenece a Cristo. La persona que pertenece a Cristo continua, la persona que pertenece a Cristo está dispuesta a pagar el precio, no porque tiene alguna virtud especial por sí mismo, sino porque si él es un creyente verdadero, el Espíritu Santo le concede una gracia que lo sustenta. Esa es la clave.
Como puede ver en Hebreos 3:12 dice, “Mirad hermanos, no sea que hay un corazón malo de incredulidad en vosotros que se aleje del Dios vivo.” Cuando alguien se aparta del Dios vivo, manifiesta un corazón malo de incredulidad. Y Pablo le dijo a Timoteo, “Si algún hombre lo negare, el Señor lo negará.”
Entonces, estas personas se identificaron externamente con el cristianismo, pero cuando el calor se incrementó, se fueron, se ofendieron. Suelo pedregoso. Engañados, porque no quisieron pagar el precio. Cómo los discípulos que dijeron, “Bueno, te vamos a seguir, tan pronto como vayamos a hacer esto.” Y Jesús dijo, “Cualquier hombre que colocando su mano sobre el arado se vuelve, no es digno de mi reino.” Buscaron la seguridad, pero no se detienen ahí, se traicionan unos a otros. ¡Qué cosa tan trágica! Esto va a pasar en ese entonces. El pueblo maravilloso, redimido y piadoso, va a ser traicionado por la gente que se ofende y no está dispuesta a pagar el precio. Se van a convertir en informantes y los van a entregar para que puedan ser matados, masacrados.
Marcos escribe de eso, en el capítulo 13, versículo 12, “Hermano traicionará a hermano, para entregarlo a la muerte, y el padre a su hijo, y los hijos se levantarán contra sus padres, y harán que sean matados.” Digo, llegará a la familia, ahí en la familia, conforme la gente, bajo la presión de tener que entregar su vida por Cristo, se salen, abandonan, desertan, y después se vuelven en contra de sus propios padres, sus propios parientes. Lucas 21:16, “Seréis traicionados por padres, hermanos, parientes y amigos. Y harán que los maten.” Eso es deserción. Y algunos de ellos van a desertar porque el precio es demasiado alto, pero algunos de ellos van a desertar, observe el versículo 11, “y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos.” No falsos cristos ahora, sino falsos maestros. Algunos de ellos van a desertar porque no quieren pagar el precio, y algunos de ellos van a desertar porque han sido, ¿qué? engañados.
Entonces, la deserción va a ser una deserción doble en ese punto. Muchos falsos profetas se levantarán. Y dice lo mismo, no es cierto, ahí en el versículo 24, y estos falsos profetas van a enseñar error satánico, diabólico, infernal. Ahora, escuche con mucho cuidado lo que digo, si Satanás está por todos lados, y Satanás primordialmente se disfraza de ángel de luz, esa época no solo va a estar llena de todo tipo de maldad abierta, sino que va a estar llena de todo tipo de religión falsa. Y lo único que tiene que hacer usted es leer Apocalipsis 17 para ver eso, porque en Apocalipsis 17 usted tiene este sistema religioso mundano, malo, vil, miserable, llamado la ramera, la gran ramera, la prostituta, es una prostitución de religión, si la iglesia es una novia, ésta es una ramera.
Y entonces, va a haber todo tipo de engaño religioso floreciendo, conforme Satanás hace lo que puede para hacer que la gente se desvíe. Y entonces, esas personas que externamente se identifican con Cristo, quizás parecen estar interesados, van a ser arrancadas conforme las sectas y todo tipo de grupos falsos y mentirosos tienen un gran efecto en el mundo, un gran efecto. Y, por cierto, en Apocalipsis 9:21 dice, la palabra ‘hechicería’, esa es la palabra pharmakeia, significa ‘drogas’. Y quizás las drogas sean parte de ese, entre comillas “engaño religioso”. La gente va a recibir la marca de la bestia, van a adorar una imagen vil, miserable en la bestia. Todo esto como parte del engaño.
Ahora, quiero que vea algo más, esto es simplemente sorprendente. Observe el versículo 12, “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” Este es el tercer elemento de deserción. Algunos van a desertar porque no pagarán el precio y morirán. Algunos van a desertar porque están engañados. Y algunos desertarán porque escogen la iniquidad. Iniquidad es la palabra “sin ley”. Es la palabra que significa que violan la ley de Dios, que simplemente el pecado enloqueciendo. Y el pecado será tan abundante, que va a traer a personas que están moviéndose hacia la verdad, de regreso a la maldad. Digo, lo vemos en la actualidad. Lo vemos en la actualidad.
Oí hoy de una niña que vino a nuestra iglesia, trabajaba en nuestro departamento de jóvenes y la impiedad vino a su vida y la despedazó. Y la impiedad entonces, va a ser mucho más poderosa de lo que es en la actualidad, lo que va a suceder va a haber una abundancia de impiedad miserable por todo el mundo. Será como uno tome alguna de las peores revistas pornográficas que usted puede concebir. Y así, eso va a pasar por toda la faz de la tierra en público, muy bien. Y ese tipo de maldad abierta, va a alejar a la gente, y eso dice, causará que el amor de muchos se enfríe, porque la iniquidad abunda, impiedad por todos lados.
Pablo le escribió a Timoteo y describió ese día último. Él describió esa impiedad. “Los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos”, 2 Timoteo 3, “sin afecto familiar natural, violadores de pacto, calumniadores, incontinentes, violentos, menospreciando a aquellos que son buenos, traidores, arrogantes, amadores de los placeres más que de Dios, y el amor de muchos se enfriará porque aman el placer.” Impiedad global, inmundicia global, el vicio por todos lados, los hombres inmersos en él sin refreno. Y viene rápido, ¿no es cierto? digo, estas cosas no parecen tan remotas para nosotros como pudieron haberlo sido para nuestra sociedad veinte años atrás, y su afecto, aunque es superficial, su afecto hacia Cristo se enfría, se enfría. Son alejados, son atraídos por el amor a la maldad, el amor miserable de la maldad.
Y después, versículo 13, “Pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” ¿Cómo puede usted identificar a los salvos? Porque los salvos no, ¿qué? no desertan, ¿no es cierto? No desertan, no se van a alejar porque el precio es demasiado alto, no se van a ir porque están engañados, no se van a alejar porque aman la maldad. Y entonces, usted simplemente observe, y los que perseveran hasta el fin son, ¿qué? son los salvos. Y serán librados de eso. Algunos morirán y algunos vivirán, pero todos serán librados, sea en la vida o la muerte, van a ser librados de la ira venidera. La perseverancia es siempre la marca de los salvos, la perseverancia es siempre la marca de los salvos. Perseveran, perseveran hasta el final.
En Mateo 10:22 Jesús lo dijo, “Y seréis aborrecidos por todos los hombres por causa de mi nombre, pero el que persevera hasta el fin, será salvo.” El hombre quien, en esa afirmación, Jesús estaba diciendo, quien llega hasta el fin de su vida y persevera, enfrentando lo que enfrente, demuestra que él es quien al fin será salvo. Él será librado de esta vida a las glorias del cielo, y así será en el futuro. El que persevera en todo eso, el que en términos de Apocalipsis 2:10 es un vencedor, él es un vencedor y él es el que será salvo, sin importar cuál sea la persecución, sin importar cuál es el precio. Que promesa tan maravillosa.
Lucas 21:19 lo expresó de esta manera, afirmación maravillosa, “En vuestra perseverancia, ganaréis vuestras almas.” Que gran afirmación. Es el que persevera por el poder de Dios, la gracia de Dios, el que gana al fin. La fe que persevera es la fe de los salvos, la fe de los redimidos.
Entonces, en el fin habrá una decepción terrible, deserción terrible conforme la gente que se identifica con la iglesia de pronto huye. Sabe una cosa, si todo esto se llevara a cabo en este momento, descubriríamos quiénes son los desertores, ¿no es cierto? descubriríamos quienes son los que no quieren pagar el precio de la muerte, descubriríamos quienes son las personas que serían atraídos por los falsos profetas, veríamos a los que amaron su impiedad más de lo que amaron a Dios. Digo, todo sería claro, y así será en ese entonces, así será entonces. Solo los que perseveran serán librados, y los vemos en Apocalipsis 7, sacados de la gran tribulación en ropa blanca. Los vemos en Apocalipsis 19, conforme Cristo regresa y están montando con él en ropa blanca, perseveraron y se les dio una túnica blanca.
El último punto, declaración. La señal final de la venida, el dolor de parto final que comienza es declaración. Y antes de que el Señor venga esto tiene que suceder. “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” Antes de que el fin venga, antes del establecimiento del reino, esto tiene que suceder, proclamación mundial del evangelio. A pesar de la persecución, a pesar de los desertores, a pesar de los falsos profetas, a pesar de los cristos falsos, a pesar de que el infierno desata sus demonios por toda la tierra, a pesar de todo este desastre terrible, horrendo, inconcebible, a pesar de gente con amor que disminuye, a pesar de que el anticristo esté gobernando y reinando, a pesar de que Satanás esté tratando de pelear contra Cristo, a pesar de las guerras y hambres y terremotos y el resto de señales en el cielo, a pesar de todo eso, el evangelio del reino será predicado en todo el mundo como un testimonio a todas las naciones y entonces va a venir el reino.
Dice usted, “Hombre, ¿cómo va a pasar eso? ¿cómo es que el evangelio va a ser predicado?” Observe Apocalipsis 14, este es el último pasaje que veremos. Apocalipsis 14, versículo 6, y aquí estamos, apenas antes de que las copas sean derramadas, apenas antes de que los últimos dolores de parto finales que vienen a una velocidad que se incrementa de lugar al reino, apenas hacia el final, apenas antes de que el holocausto final se lleve a cabo. “Vi otro ángel volar en medio del cielo,” dice Juan “y él tenía el evangelio eterno.” ¿Por qué? “para predicarle a aquellos que moran en la tierra y a toda nación, lengua, tribu, y” ¿qué? “y nación.
Ahí está el cumplimiento de Mateo 24:14. Esa predicación del evangelio del reino al mundo entero, no está hablando de lo que está pasando ahora, está hablando de lo que ese ángel va a ser en una evangelización grande, sobrenatural, milagrosa, final, del mundo. Y sucede inmediatamente antes del juicio, y esa es la razón por la que el ángel dice, “Temed a Dios y dadle gloria.” Ese es el mensaje que él está predicando. “Porque la hora de su juicio ha llegado, y adorar a aquel que hizo el cielo y la tierra, y el mar y la fuente de las aguas.” Y otro ángel viene detrás de ese ángel y dice, “Babilonia ha caído, ha caído.” En otras palabras, el día del hombre se acabó. Más vale que estén bien con Dios, este es el gran esfuerzo evangelístico llevado a cabo por ángeles gloriosos en los cielos, volando por todo el globo apenas antes de que el holocausto final se lleve a cabo. El evangelio eterno es el mismo evangelio que Dios siempre ha dado, que Él juzga el pecado y recompensa la justicia. Y estos ángeles van a llamar al mundo al Salvador, y después vendrá el fin, pero no antes de eso, dice nuestro Señor.
Entonces, esos son los dolores de parto, esos son los dolores de parto, pero esos únicamente son el principio de dolores de parto, conforme avanzamos a lo largo del capítulo, vamos a ver más y más detalles. Ahora, alguien va a decir esto, “¿Cómo sabemos cuándo comienzan los dolores de parto? ¿cómo sabemos cuándo realmente comienzan? Y ese va a ser nuestro estudio, el versículo 15 hasta el 28. Y eso está a unas cuantas semanas. Espere, pero puede leer por adelantado. Inclinémonos en oración.
Padre, hemos disfrutado de un gran tiempo en esta noche, maravilloso. Gracias por este gran tiempo. Gracias por el amor de estas personas hacia Ti y tú Palabra, y por permitirnos disfrutar de un poco más de tiempo esta noche para que pudiéramos cubrir esta gran verdad. Gracias Padre por nuestra comunión en torno a tú Palabra, y conforme vemos que esto se va a cumplir, oímos a Pedro decir, “Viendo que conocéis todas estas cosas, ¿qué tipo de personas debéis ser? en toda santidad, siendo irreprensibles.” Oh Señor cómo nuestras vidas deben ser puras cuándo vemos el Dios que tú eres. Cómo debemos llamar a los hombres al Salvador, antes de que este día venga, o antes de que seamos quitados de esta tierra y no tengamos más oportunidad. Te damos gracias, Señor. Que podamos esperar el día cuando Jesús venga a establecer su reino, es un día glorioso, sin embargo, nos deja con tanto que hacer, para salir a las carreteras y llamar a la gente a venir al Rey, a estar listos para Su reino.
Gracias por este día maravilloso que nos has dado, que siempre vivamos a luz de tu regreso pronto, porque si estas cosas parecen estar tan cerca, y vamos a ser arrebatados antes de que comiencen deben ser rápido. Y decimos con Juan, “Sí, ven Señor Jesús. Ven Señor Jesús.” Ayúdanos a vivir con la eternidad en mente, y no en tiempo, a vivir con el cielo en mente, y no la tierra, a vivir con la eternidad en mente, y no las cosas temporales, y hacernos tesoros en dónde la polilla y el orín no corrompen, y dónde ladrones no minan y hurtan, y a poner nuestra mira en las cosas de arriba, no en las cosas de la tierra. Esperamos con gratitud, sin embargo, con tristeza, por aquellos sin Cristo el día del regreso de Cristo.
Oramos en Su Nombre. Amén.
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