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Esta mañana quiero hablarles sobre el tema del contentamiento y quiero ver si puedo ser muy práctico al hablar de eso. Me preocupa porque hay tantas cosas en este mundo que nos hacen estar descontentos. Casi todo en este mundo nos hace estar descontentos. Y el descontentamiento puede llevar a la ansiedad, y la ansiedad puede llevar al miedo, y podemos perder fácilmente nuestro gozo como creyentes, incluso si vamos por el camino equivocado, en un mundo donde el suelo no solo se mueve bajo nuestros pies, sino que parece cambiar, abriendo agujeros en los que caemos en una especie de oscuridad desconocida.

Hay muchas cosas que nos asustan en este mundo. Hay muchas cosas que están abiertas en el sentido de que no sabemos a dónde van, pero sabemos que van en una dirección que nos preocupa y no va a ser como siempre ha sido para nosotros. Y este es un momento en el que debemos estar contentos, incluso en estos tiempos tan difíciles. De hecho, me parece que si hay algo que manifiesta este mundo es que está descontento. Nadie parece estar contento con nada. El corazón humano no puede estar satisfecho en última instancia con nada que no sea Dios, y una sociedad sin Dios perseguirá la satisfacción y realmente nunca la encontrará.

Así que queremos ver el tema del contentamiento, y es algo de lo que la Biblia dice mucho. A veces, la palabra aparece en algunas traducciones de la Biblia. A veces, en su lugar está la palabra satisfacción u otra. Pero déjeme darle algunas citas de los Salmos.

En el Salmo 36, el salmista escribió: “¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. Serán completamente saciados o contentos. En el Salmo 63, “Porque mejor es tu misericordia que la vida, mis labios te alabarán,” “te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. Será saciada mi alma". Salmo 65, “Seremos saciados del bien de tu casa. . . Oh Dios de nuestra salvación”. El Salmo 107, “Porque”, refiriéndose a Dios, “sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta”. Todo esto nos dice que debemos estar satisfechos con Dios, que Dios tiene la intención de traernos satisfacción o contentamiento. Las conocidas palabras del Salmo 23 comienzan de esta manera: "Jehová", o "Yahweh es mi pastor, nada me faltará”.

Un corazón satisfecho debe ser la experiencia de todo creyente porque Dios promete satisfacernos con todo lo que necesitemos. El contentamiento es una virtud espiritual. El contentamiento es una respuesta recta a la Palabra de Dios y, por lo tanto, a las promesas de Dios. El contentamiento es una actitud recta. La persona satisfecha y contenta está diciendo: "Yo estoy satisfecho con lo que Dios ha traído, ha producido en mi vida". Ese es el meollo. Está satisfecho usted como creyente y está contento cuando puede decir: "Estoy contento con lo que Dios ha hecho en mi vida. No quiero nada diferente. No quiero nada más de lo que Él quiere darme.”

Me gustaría que todos fuéramos así. Pero, tristemente, los cristianos están llenos de descontentamiento. Están enredados en la mentalidad de consumo de la cultura en la que vivimos, en dónde toda la publicidad se basa en el hecho de que ellos van a hacer que uno esté descontento con lo que tiene. Está trazado y planeado, es una forma de seducción para que usted vaya tras algo que usted no tiene. El mundo está literalmente enfermo de descontentamiento.

En el capítulo 4 de Filipenses, encontramos a Pablo diciendo que está contento, y alrededor de esa declaración encontramos las razones. Así que busque en su Biblia Filipenses 4 y permítame leer los trece versículos iniciales. Y le daremos un vistazo a este capítulo, no exhaustivo, sino más bien selectivo, conforme consideramos esta virtud del contentamiento.

Filipenses 4:1, “Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados. Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. Asimismo, te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.”

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.”

“En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Pablo nos está diciendo que él está contento y que sus circunstancias son desastrosas desde el punto de vista humano. Él está en prisión mientras escribe, está encadenado y esencialmente se dirige, en última instancia, a la ejecución, al final de su vida. Todas las cosas que quería hacer — viajar, predicar, enseñar y designar líderes — ahora estaban en detenidas. Había personas que decían que estaba en prisión porque de alguna manera había pecado y de alguna manera violó la intención de Dios para su ministerio, y esto fue un castigo para él.

Habían personas que estaban interviniendo donde él una vez había predicado, y estaban criticando a Pablo como si hubiera hecho algo para que el Señor lo disciplinara al ponerlo en prisión. No solo estaba siendo perseguido por el mundo, sino que estaba siendo perseguido y acusado injustamente por otros predicadores que estaban celosos de él. Habría tenido un cuidado mínimo. Habría estado en una prisión apestosa y repugnante, sin nada más que la comida más escasa y sin cambio de ropa, sin servicios sanitarios. Pero él dice en el versículo 11: "He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”.

Entonces, si usted va a aprender lo que es el contentamiento y va a demostrarlo, este es el lugar para hacerlo. También se enfrenta al conflicto inevitable que viene cuando usted está predicando el evangelio a una generación torcida y perversa. Él sabe que si él es liberado no va a ser por mucho tiempo; y seguro que él va a regresar y finalmente va a ser martirizado. Pero lo que está diciendo en el versículo 11 es, "Estoy satisfecho, tengo suficiente". Y decir que usted tiene suficiente, es decir: "Dios, estoy contento con lo que estás haciendo ahora en mi vida".

En otras palabras, realmente estar contento es un acto de adoración. Usted se inclina ante el Señor y dice: "Gracias por esta situación actual, porque viene de Tu mano". El contentamiento es una cuestión de estar agradecido por lo que sea que Dios ha traído a su vida. Nuestro Señor Jesús nos dio una razón para estar contentos en el nivel más básico, de regreso en Mateo 6.

En el Sermón del Monte, Él dice en el versículo 25, Mateo 6, “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis?”

“Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles, o las naciones, buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Eso es muy fundamental, ¿no es cierto? ¿Por qué se está preocupando usted, cuando tiene un Dios que suplirá todas sus necesidades? Este es un contentamiento recto. Ahora hay contentamiento pecaminoso, seguro. La Biblia nos da algunas ilustraciones de eso. Algunas personas se contentan con la maldad. Recuerdo a los hermanos malvados de José, usted recuerda que lo odiaban y lo arrojaron a un pozo y esperaron para venderlo como esclavo. Y Génesis 37:27 dice: "Y sus hermanos estaban contentos". Estaban contentos con su maldad.

Algunas personas se contentan con menos de lo mejor de Dios. Moisés, huyendo de Egipto porque sus esfuerzos por sacar al pueblo de la esclavitud con la espada habían fallado, se enojó —recuerda— en el desierto, refugiándose en la casa de Jetro. Y en Éxodo 2:21 dice: "Moisés se contentó con vivir con el hombre". E incluso más tarde se mostró reacio a asumir el liderazgo. Estaba contento con menos de lo mejor de Dios.

Algunas personas se contentan con una obediencia incompleta. Levítico 10 cuenta una historia interesante de dos hijos de Aarón, Nadab y Abiú, quienes profanaron la función sacerdotal ofreciendo fuego extraño a Dios. Y ellos, violando la ley, fueron después matados. Y Dios dijo: "Exijo completa obediencia". A los dos hijos restantes de Aarón, Eleazar e Itamar, no se les permitió salir del Tabernáculo ni siquiera para acompañar al entierro o funeral de sus hermanos, pero se les dijo que se quedaran allí. Y Moisés les ordenó que siguieran haciendo la obra sacerdotal, y en particular que comieran toda la ofrenda por el pecado como el Señor les ordenó, para que reconocieran la pecaminosidad del pecado.

Sin embargo, no lo comieron, lo quemaron, violando la ley del sacrificio. Moisés estaba enojado con ellos porque la ley era clara. Pero Moisés, en lugar de pedir obediencia, se compadeció de estos dos sacerdotes desobedientes; y dice en Levítico 10:20, "Moisés se dio por satisfecho”. Usted no puede contentarse con la desobediencia. Usted no puede contentarse con la obediencia parcial. Usted no puede contentarse con el pecado. Ese no es el tipo de contentamiento del que estamos hablando. Incluso Pilato, recuerde usted, Pilato rebelde y sanguinario, trató de moderar su sed de sangre con respecto a Jesucristo, a quien no pudo encontrar culpable de nada, pero decidió entregar a Jesús a la ejecución, dice en Marcos 15:15, porque esto habría satisfecho al pueblo.

Todo eso es contentamiento malo. Y hay una medida de contentamiento en el mal. Pero en lo que quiero que nos enfoquemos es en el contentamiento puro que Dios desea de nosotros. Y, sinceramente, es una angustia que haya tanto descontentamiento en el mundo, pero no es de extrañarse en absoluto porque el máximo contentamiento solo se encuentra en Dios. Pero incluso entre los creyentes, no queremos enredarnos, no debemos enredarnos en el pecado de estar descontentos. Lo entiendo; vivo en el mismo mundo en el que usted está viviendo.

Entiendo que las cosas se ven más sombrías y sombrías. Entiendo que no nos gustan nuestras circunstancias, que ahora tenemos problemas épicos que son nuevos para nosotros en este dilema en particular, podríamos ser culpables de descontentamiento. Si estamos descontentos, estamos descontentos con Dios, ¿de acuerdo? Pensemos en esto a nivel elemental. Porque el descontentamiento dice: "Dios, no me gusta lo que estás haciendo en mi vida. No me gusta tu plan, no confío en tu provisión y realmente no estoy seguro acerca de tus promesas ".

Entonces, el descontentamiento es realmente un ataque contra Dios, en contra de Su esencia, en contra de Su Palabra, en contra de Su promesa. Y es por eso que la Biblia marca el pecado como una ofensa, como es, para Él. Por otro lado, escuche 1 Timoteo 6: 6: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”.

Porque si andamos en obediencia al Señor, las circunstancias de nuestra vida son el plan de Él. Lo que está sucediendo en el mundo es parte del plan de Él. Lo que está sucediendo en nuestro país es parte de Su plan. Lo que está sucediendo en nuestro estado y nuestra ciudad, e incluso en su vida, está dentro del plan de Él. Y el descontentamiento dice: "No me gusta tu plan. No sé si confío en Tus promesas, o tal vez no confío en Tu poder ", y eso es una afrenta para Dios.

Entonces, ¿cómo podemos aprender a ser como Pablo? Pablo dijo en el versículo 11: "He aprendido a contentarme". Es un proceso de aprendizaje. Lo repite de nuevo en el siguiente versículo: “estoy enseñado así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad". Hay lecciones en la vida que nos enseñan a estar contentos; son todas esas ocasiones en nuestras vidas en las que Dios vino, cuando providencialmente satisfizo nuestra necesidad, providencialmente cumplió Su Palabra y Su promesa. Espero que haya aprendido suficientes lecciones para confiar en Dios. Pero hay algunas realidades fundamentales que deben ser consideradas para que extraigamos de esas lecciones algunos principios absolutos, y los encuentro aquí en el capítulo 4 de Filipenses.

Una vida de contentamiento estará marcada por una serie de cosas, y todas están aquí en el texto. Número uno: un aprecio por la comunión del amor; un aprecio por la comunión del amor, o una aceptación de la comunión del amor. Algunas personas no creen que la iglesia es muy importante. Algunas personas entran y salen como espectadores. No quieren involucrarse, no quieren ser amistosos, no quieren ser conocidos o conocer a la gente; no necesitan eso, piensan ellos. Están felices simplemente por asistir.

De hecho, estarían bien con una iglesia ZOOM eterna en la que no tienen que reconocer que alguien más siquiera existe. Pero esa es una manera imposible de estar contento porque usted no tiene suficientes recursos en usted mismo para encontrar verdadero contentamiento espiritual. Usted tiene que apreciar la comunión del amor. Déjame mostrarle esto.

Pablo ha estado hablando, al final del capítulo 3, acerca de que nuestra ciudadanía está en los cielos —entendemos eso— de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. Eso es cierto, eso es verdad; nuestra ciudadanía está en el cielo. Somos miembros del reino de Dios, la familia de Dios; el cielo es nuestro hogar. Somos extraños y extranjeros aquí. Estamos esperando al Salvador del cielo, el Señor Jesucristo. Estamos esperando a que Él venga y transforme el cuerpo de nuestro estado humilde en conformidad con el cuerpo de Su gloria por el ejercicio del poder que Él tiene incluso para sujetar todas las cosas a Sí mismo. Así que estamos esperando la perfección. Estamos esperando un cuerpo glorificado. Estamos esperando que venga el Señor Jesús y elimine para siempre todo problema. Estamos esperando eso.

Mientras tanto, veamos la vida, muy bien. Así que el capítulo 4, versículo 1, “Así que", a la luz de lo que está por venir y hasta que el Señor nos lleve, “hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía". Y podemos decir al final del versículo, "amados", de nuevo. ¿Qué está diciendo Pablo aquí? El está aceptando la realidad de la comunión del amor. Él no puede vivir su vida aislado; él necesita gente, él anhela ver a la gente. Son su gozo. Son la fuente de la realidad más gozosa de la vida. Son su corona, es decir, son la recompensa máxima de todo lo que él hace. Son las relaciones. Dos veces se les llama "amados," con el nivel más profundo de amor.

Mire, vivimos como extraños en la tierra; lo entendemos. Somos extranjeros y somos ciudadanos del cielo, y estamos esperando que el Señor venga y nos lleve. Pero hasta entonces, nos necesitamos profundamente el uno al otro. Usted no puede vivir y no necesita vivir solo. Hebreos 10 dice: “No dejando de congregarnos. Reúnanse para estimularse al amor y las buenas obras.”

“Amados míos, amados”. Dos veces expresa él cuánto él ama a la gente de Filipos y anhela estar con ellos y estar fuera del aislamiento del encarcelamiento. La comunión abierta del amor y el apoyo es la clave para estar contento. Cuando todo sale mal, yo necesito saber que no estoy solo; usted necesita saber que no está solo. Usted necesita la iglesia. Necesita personas que lo amen a usted y que amen a Cristo, que lo sirvan a usted y oren por usted y hablen en su vida y ministren sus dones espirituales mutuamente.

No podemos hacerlo solos. Usted ve aquí eso porque él comienza a mencionar personas: “Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.” Hay dos mujeres que quedan inmortalizadas para siempre como dos mujeres que no se llevan bien entre sí. No es exactamente todo lo que se sabría acerca de ellas en la historia de la humanidad de manera favorable. Pero él nombra a estas mujeres.

Y luego en el versículo 3 él le dice a su “compañero fiel”, otra persona, “te ruego”, específicamente, “compañero fiel” —haciendo referencia a algún individuo— “que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.” Esto es algo increíble. Aquí está este hombre aislado por sí mismo en una prisión, y él está tratando de expresar su amor y nombrar a las personas que importan en su vida. Y él está haciendo el esfuerzo por expresar su amor, y nombrar a las personas que importan en su vida, importan porque nunca se pretende que vivamos solos. Vaya al versículo 18, “Todo lo he recibido, y tengo en abundancia; Estoy ampliamente abastecido, habiendo recibido de Epafrodito,” esa es otra persona en su vida. Pablo hace esto mucho, lo hace mucho.

Tal vez sea mi edad, pero la gente me pide que rememore el ministerio. Están intentando descargarme antes de que me vaya, creo. Y una de las preguntas que me hacen es: "¿Cuál ha sido la parte más satisfactoria de tu ministerio?" Y es una pregunta fácil de responder. Son ustedes, son ustedes. Es la gente. Yo no puedo poner nada por encima de eso, excepto por la obra espiritual sobrenatural que el Señor ha hecho en mi vida en la salvación, el mayor tesoro que tengo son ustedes.

La gente me pregunta sobre el gozo en el ministerio; No puedo desconectar ese gozo de la gente. Está bien estar lejos, pero no puedo esperar a volver porque no estoy destinado a estar aislado. Tampoco ustedes. Nos necesitamos desesperadamente el uno al otro. Yo no soy la explicación de Grace más de lo que cualquiera de ustedes que está sentado allí es la explicación de Grace. Dios me dio un don y asumió que lo usaría, y me ha capacitado por el Espíritu y me ha dado una gran oportunidad. Pero esa es solo una entre miles de personas. Y cuando pienso en el ministerio de Grace y cuán lejos se extiende hasta el fin de la tierra, es simplemente impresionante; todas las relaciones, todas las personas.

El Señor nunca quiere que usted viva solo, que esté aislado; ese es un lugar muy peligroso. Y el apóstol Pablo, aunque no puede disfrutar de la comunión, lanza sus brazos alrededor de la comunión, incluso desde la distancia, y la abraza expresando amor y al hacerle saber a la gente que quiere que la gente a la que ama, que se lleve mejor entre ellos. Eso es pastoral, ¿no es cierto? Por eso dijo en 2 Corintios 11, todas las cosas que él había sufrido, pero lo peor es el cuidado de las iglesias, porque estas son las personas que usted ama.

Y la vida puede ser dura para él. Ahí atrás en el capítulo 1, versículo 12, "Mis circunstancias no son buenas". ¿Por qué? Versículo 13, "Estoy en prisión. Pero está bien, porque,” versículo 14, “debido a mi encarcelamiento, los hermanos tienen mucho más valor para hablar la palabra de Dios sin temor. Porque estoy en la cárcel, y el Señor me está utilizando en la cárcel para llevar a la gente a la salvación, algunos en la casa de César," como se refiere más tarde.

“Hay otro nivel de audacia al que están llegando a mis hermanos que todavía están libres. Algunos están predicando a Cristo incluso por envidia y contienda, algunos por buena voluntad; los segundos lo hacen por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio; los primeros proclaman a Cristo por ambición egoísta más que por motivos puros, pensando en causarme angustia en mi encarcelamiento".

Fue duro, porque habían buenos hombres ocupando su lugar, predicando con un motivo puro; y luego habían hombres malos que eran predicadores y estaban diciendo: "Pablo está en la cárcel porque pecó mucho y Dios lo está disciplinando," y pensaban añadir aflicción a sus cadenas. Pero él dice: "De cualquier manera, Cristo está siendo predicado." Él está tan consciente de la gente. Está consciente de aquellos que le estaban haciendo daño, está consciente de aquellos que le estaban ayudando.

Esta es la vida para los creyentes. No podemos hacerlo solos. Usted no va a encontrar contentamiento por sí solo, adentro de usted; no surge de forma aislada. El contentamiento en gran medida es darse cuenta de que usted no está solo. Y creo que nos dimos cuenta de eso, ¿no es así?, en el último año y medio cuando todo el mundo estaba experimentando un aislamiento extraño. Y los gobernantes todavía están tratando de aislar a la gente. Esto era como estar en casa; esto era como estar en una familia. Es la familia en dónde podemos expresar nuestro amor.

Entonces Pablo dice: “Estad firmes en el Señor; es muy importante. Y lidien con esas mujeres que necesitan estar juntas en armonía.” Esto es pastoral, esto es pastoral. Yo mismo, como pastor, nunca me alejo de la gente. Honestamente, cuando estoy fuera no pienso en sermones, no pienso en administración; todo tiene que ver con las personas. Y el Señor me ha rodeado de personas tan increíbles, una bendición tan incalculable.

Ahora, el contentamiento no fluye de la satisfacción egoísta. Lo vuelvo a decir: el contentamiento no fluye de la satisfacción egoísta, fluye de servir a los demás, de amar a los demás, de tener comunión con otros, compartir con otros, llevar las cargas unos de otros, cuidarnos unos a otros, ministrarnos unos a otros, porque entonces, de repente, los lazos del amor se fortalecen. Y cuando usted sabe que es amado y usted ama, usted puede estar contento sin importar cuál sea la lucha. El amor, por cierto, solo crece en el suelo de la humildad, solo crece en el suelo de la humildad. Y el contentamiento proviene de amar y de ser amado.

Entonces, el contentamiento requiere una apreciación de la comunión del amor. En segundo lugar, el contentamiento requiere cultivar un espíritu de gozo, cultivar un espíritu de gozo. Vea el versículo 4: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: Regocijaos.” Suena un poco extraño ordenar a la gente que se regocije, pero es un mandato, es un mandato.

Eso no es parte de la cultura en la que vivimos. ¿Cuándo fue la última vez que usted vio una demostración pública de gozo? Usted nunca ha visto una, a menos de que usted esté en la iglesia, en una familia en Cristo o en un estudio bíblico. El gozo es mandado. Es un fruto del Espíritu, pero también es un mandato: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo, regocijaos”- PRESENTE IMPERATIVO ACTIVO: práctica habitual, continua.

Se hace referencia a esto setenta veces en el Nuevo Testamento, "Regocijaos,” incesante, independientemente de las circunstancias. Y la frase operativa es "en el Señor." En — la esfera del regocijo está en lo que el Señor está haciendo, ¿verdad? Usted no puede regocijarse en el gobierno. Usted no puede regocijarse en el sistema educativo. Usted no puede regocijarse en nada temporal en este mundo porque todo es parte de la corrupción. Pero usted encuentra su gozo en el Señor.

Lo mismo al comienzo del capítulo 3, “Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor” - “en el Señor,” no en sus circunstancias. El gozo es una elección. Entrénese a sí mismo para regocijarse. Entrénese a sí mismo para ser estar gozoso. Tiene que luchar contra el pecado en su vida, luche contra el pecado de ser severo, amargo, infeliz. Entrene su corazón para regocijarse, lo cual significa que tiene que colocarse por encima de las circunstancias porque nunca serán la causa del gozo permanente; fluctúan demasiado, ¿verdad?

Pero si quiere gozo permanente, tiene que levantarse donde está el Señor. Usando el lenguaje de Colosenses, “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra". Usted se va a perder en el asombro, en el amor, la alabanza y el gozo cuando su enfoque esté en el cielo. Nuevamente, crece en el suelo de la humildad que dice: “No merezco nada de lo que el Señor me ha dado. ¿Por qué no debería estar gozoso todo el tiempo? Me ha dado el regalo más grande, y eso es la vida eterna.” Este es un mandato que todo creyente debe cultivar en su vida.

En el Salmo 63, es muy probable que David esté huyendo de su hijo Absalón, por lo que es realmente desgarrador. Y el Salmo 63 él está afuera en el desierto y dice: “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.” Y luego, al final del versículo 5, “Con labios de júbilo te alabará mi boca.” Hombre, hay una gran transición ahí, ¿no es cierto? Dolor y tristeza y problemas en el desierto, huyendo de su propio hijo; y viene a alabar, porque él debería estar gozoso en el Señor. Dios es soberano, Dios está gobernando, Dios está sobre todas las circunstancias.

Entonces, el contentamiento viene a aquellas personas que están abrazando completamente la comunión del amor con todas las ricas relaciones que ofrece, y que cultivan el hábito de regocijarse. En tercer lugar, el contentamiento también demanda aprender a aceptar menos, aprender a aceptar menos. Vea el versículo 5, “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres”. Ahora ese espíritu gentil, a veces se traduce como "moderación", epieikēs. Significa su razonabilidad. Algunos lo han traducido como "dulce sensatez", “dulce razonabilidad.”

Es realmente una resistencia humilde y paciente. Sin represalias, sin odio, sin amargura, sin ira, sin auto justificación, sin descontentamiento. Todos los hombres deben conocer su espíritu amable. En otras palabras, usted debe tener la reputación de ser estable y estar contento. Usted debería ser conocido como alguien que tiene un espíritu amable, un espíritu bondadoso, un gran corazón, una buena voluntad; pudiendo abrazar la bondad. Usted no está pisando fuerte exigiendo nada, sino que ese espíritu amable, manso, humilde y que acepta, es la reputación de usted.

¿Es usted conocido como un quejoso o se le conoce como alguien que está contento? Debería ser obvio. Es mucho más efectivo mostrarle a los incrédulos una vida contenta que una vida quejosa, ¿no cree? Una vez más, regresa que si está dispuesto usted o no a dejar que Dios sea Dios y aceptar sus circunstancias. Usted no debe estar exigiendo derechos, privilegios, posesiones, salud, riqueza o lo que sea. El contentamiento le pertenece a los creyentes que comparten la comunión del amor, que cultivan el hábito del gozo y nunca exigen nada, sino que aceptan todo lo que Dios trae.

Hay una cuarta verdad aquí: el contentamiento proviene de estar firmes en la fe confiada en el Señor. Vea el versículo 5 nuevamente, la segunda mitad, “El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos.” Eso es bastante simple, ¿no es cierto? Y, "el Señor está cerca", no significa que la Segunda Venida está cerca o el rapto de la iglesia; es la presencia del Señor: "El Señor está cerca.”

¿Por qué está usted descontento? "El Señor está cerca.” Él dijo: "Nunca te dejaré ni te desampararé.” De hecho, Él ha establecido su residencia en usted. El Señor está cerca. Usted nunca estará sin Él ni por una fracción de segundo. Él habita dentro de usted, Él está ahí para suplir todo lo que usted necesita, y Él está plenamente consciente de todo, de todo; y Él lo está viendo desde una perspectiva muy cercana. Él no mira desde arriba, desde el cielo a la angustia de usted, Él mira su angustia desde adentro de usted. ¿Puede usted confiar en Él? ¿Puedes usted confiar en Él en tiempos difíciles? ¿Puede decir usted, el Señor está cerca por qué me estoy preocupando? Como dijo Jesús, ¿qué va a agregar la preocupación? Nada. Nada.

Sabe, otra pregunta que me hacen frecuentemente, últimamente. Supongo que tal vez he estado en muchas entrevistas: “¿Cómo manejas tanta responsabilidad ministerial? ¿Alguna vez te sientes agotado o frustrado?" Y mi respuesta es siempre la misma: no, porque no estoy a cargo de eso. Realmente no lo estoy. Yo duermo muy bien. Hay muchas cosas que deben ser diferentes de lo que son, muchas cosas. Pero el Antiguo Testamento dice que Dios no se adormece ni duerme; y realmente no hay ninguna razón para que los dos estemos despiertos. Y si tiene que ser uno o el otro, que sea Él.

El versículo 6 dice deje de preocuparse; el Señor está cerca y Él es poderoso, y todo está en Su plan. Yo estoy contento por saber que el Señor está haciendo Su obra; todo lo que necesito hacer es ser fiel. Yo no tengo que protegerme a mí mismo ni al ministerio, solo necesito ser fiel y aplicar la Palabra de Dios y la sabiduría de la verdad divina donde el Señor me da la oportunidad. Pero preocuparse, ¿cuál es el punto de eso? ¿Cuál es el punto de frustrarse? Todo está en las manos del Señor, y especialmente en la iglesia que Él está edificando.

Entonces el contentamiento es el producto de vivir en amor entre los santos para que usted se enriquezca con esa comunión; cultivando gozo en su corazón, estando gozoso; afrontando la vida con una sensatez paciente, humilde, dulce, que acepta todo lo que se le presente; todo construido sobre una confianza segura en Dios, quien promete ser suficiente, y nunca lo dejará a usted, y estará allí para suplir lo que usted necesite.

Y hay un quinto principio: el contentamiento requiere que usted reaccione a sus problemas con oración agradecida. Versículo 6, “Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” En lugar de cuestionar a Dios, en lugar de dudar de Dios, en lugar de la ansiedad y el descontentamiento que proviene de reaccionar negativamente a lo que está sucediendo, intente esto: Ore en todo, en todo.

Pedro dice: "Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” ¿Por qué lleva la carga? Agradecido por el propósito de Dios, agradecido por Su plan, agradecido por lo que está haciendo, agradecido por Su providencia que ordena que todas las cosas cumplan Su voluntad, agradecido por la promesa de que Él se preocupa más que usted y Él tiene el poder de hacer algo al respecto, agradecido porque Él está desarrollando Su plan. El contentamiento vendrá cuando simplemente tome lo que sea su carga y se lo entregue a Él.

Observe cómo esta declaración abarca todo: "en toda oración y ruego". Ruego significa mendigar. Esto no es solo unas cuantas palabras. Usted va delante del Señor, y derrama su corazón y le ruega a Él que tome la carga de usted. Él quiere saber qué hay en el corazón de usted. Y cuando usted le haya dado todo a Él, el versículo 7 dice: "La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” ¿Quiere paz en su vida? Aprenda a orar, aprenda a echar toda su preocupación sobre Él. No es que necesariamente obtenga una respuesta determinada, es que se libera de la responsabilidad.

“Y la paz de Dios”: tenemos paz con Dios en nuestra salvación; tenemos la paz de Dios cuando le entregamos las cargas de nuestro corazón. Este es un tipo de paz que es incomprensible y que "protege su corazón y su mente.” ¿Qué hace? Le protege del descontentamiento, del miedo o la ansiedad.

Hay un sexto principio, esto es muy importante, versículo 8: el contentamiento proviene de enfocarse en las cosas piadosas. Ustedes conocen el versículo 8, ¿no es así? “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Usted no va a encontrar eso en CNN. Usted no va a encontrar eso en ningún lugar terrenal. Usted va a tener que acudir a la Palabra de Dios para esas cosas, ¿verdad?

“Lo que es verdadero,” empiece ahí, simplemente saque todas las mentiras de su vida. Encuentre "lo que es honorable,” eso es lo que es digno de respeto, elevado, exhaltado. "Todo lo justo,” que literalmente es "justo. “Todo lo que es puro, todo lo que es hermoso,” amable, atractivo, cautivador. “Todo lo que es de buen nombre” o “buen reporte,” digno de alabanza. “Si hay virtud alguna”, otra forma de traducirlo; "Si hay algo virtuoso, si hay algo excelente, y si hay algo digno de alabanza, piense en eso.”

No sé a qué se está exponiendo, pero si está descontento, apague la televisión y vaya a donde va a encontrar eso. Porque si usted programa su mente con el caos del diablo, con toda seguridad le va a robar el contentamiento. Necesita cultivar el hábito para ser positivo.

“Pensad, logizesthe”, que significa evaluar. “En esto,” deje que estas cosas moldeen su conducta. Puedo prometerle que, si no ve las noticias durante toda una semana y simplemente lee su Biblia toda una semana, al final de la semana estará pensando de manera muy diferente. Necesita hacer un hábito para ser positivo. El descontentamiento es el resultado del pensamiento negativo sobre uno mismo, sobre el sufrimiento, la carencia, el maltrato, el caos, los problemas, la forma en que van las cosas, un mal proceso en el cuál quedar atrapado.

Entonces, la persona contenta, en cierto sentido, vive en una esfera divina donde todos los gozos y toda la plenitud se encuentran en Cristo. El contentamiento fluye entonces de apreciar la comunión del amor, estar cultivando el gozo, estar aceptando con humildad razonable cualquiera que sea la circunstancia en la que usted se encuentre, permanecer firme en la fe en las promesas de Dios, involucrarse en una oración de agradecimiento y en concentrarse en lo que es excelente y digno de alabanza.

Y hay una palabra final: el contentamiento viene de seguir el ejemplo correcto. Versículo 9, “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” Encuentre a alguien a quien pueda seguir. Encuentre a alguien a quien pueda seguir, alguien que esté contento. Y ese es Pablo. Y eso es lo que él dijo en el versículo 11: "Estoy contento.” "He aprendido a contentarme.” Versículo 12, “estoy enseñado así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Él está diciendo: "Síganme a mí.”

En el versículo 18, “Todo lo he recibido. Tengo abundancia. Estoy lleno.” Él está diciendo esto desde la cárcel. “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.” Él se está regocijando en una bendición en las circunstancias más horribles: en la cárcel. Encuentre a alguien así y sígalos. Ese es el tipo de ejemplo que usted necesita. Esas son las actitudes y las realidades que producen contentamiento. Y lo que estaba disponible para el apóstol Pablo está disponible para todos nosotros, ¿no es así?

Padre nuestro, te agradecemos por Tu verdad. Gracias por las lecciones prácticas de este capítulo maravilloso, este testimonio de Pablo. No hay mucho misterio sobre el contentamiento. En primer lugar, estar contento es recto; estar descontento es un pecado. Debemos estar contentos no solo porque es recto, sino porque hemos vivido lo suficiente para aprender que Tú satisfaces toda necesidad. Hemos visto Tu providencia, hemos visto Tu mano. Que vivamos en la riqueza de todas estas realidades espirituales, que están disponibles para nosotros, para que estemos contentos. Y que nuestro contentamiento sea contagioso. Y que la gente que nos ve vea la manifestación del poder transformador y la gracia transformadora y el evangelio transformador en nuestro contentamiento en un mundo que está completamente descontento. Que brillemos como luces al estar contentos con Tu plan, Tus promesas y Tu poder, para nuestro bien y Tu gloria. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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